miércoles, 29 de abril de 2009
EL SOCIALISMO LATINOAMERICANO DE CARA AL SIGLO XXI
Por: Dr. Patricio Icaza
I. Introducción
Desde que Robert Owen empleó, en 1827, el término socialismo en la Cooperative Magazine, su significado como crítica del orden social injusto e inequitativo y búsqueda de un proyecto de transformación social alternativo perdura vigente.
Ideales similares inspiraron al socialismo latinoamericano y caribeño. Por su contenido crítico, desde su génesis -que se puede situar, según la realidad de cada país, de fines del siglo XIX y las primeras décadas del XX-. Los detractores de este pensamiento renovador no dudaron en tildarle como "herejía exótica!, "fanatismo sin parangón" y "doctrina importada" [1].
Es innegable que el socialismo experimente un serio debilitamiento.
Este no solo se explica por la desintegración del autoproclamado "socialismo realmente existente" identificado con el modelo o tendencia estalinista imperante en la ex URSS, enraizado bajo la fórmula del "socialismo en un solo país" [2], y asimilado -acrítica e idílicamente- por los partidos comunistas.
Incondicionalidad absoluta que devino en una "tormentosa fidelidad" [3] ironizada en 1953, por el dirigente ecuatoriano Mentor Mera, cuando conocida la muerte del "Comandante en Jefe Supremo, Mariscal de la URSS" José Stalin dijo "nos jodimos cholitos, tenemos que comenzar a pensar con nuestra propia cabeza" [4]. Se entiende, asimismo, por la censura velada que asumieron otras posiciones de izquierda para cuestionar las formas autoritarias y burocráticas impuestas por el estalinismo lo que llevó a que los sectores populares identifiquen, durante muchos años, al socialismo con un sistema estatizante de la economía, fuertemente centralizado, de gestión vertical y una férrea burocracia estatal y partidaria.
Sin embargo, el reto del socialismo pese a los esfuerzos por desacreditarlo, más aún cuando asistimos a una "crisis de credibilidad del proyecto socialista" [5] o si se quiere a la ausencia de alternativas revolucionarias al capitalismo bárbaro, es ratificar su decisión de promover un proyecto alternativo emancipador que supere el vacío ideológico impuesto por el "pensamiento único" inspirado en el monetarismo neoliberal que ha contribuido a la proliferación de ideologías reaccionarias, neoconservadoras, irracionales, racistas, xenófabas con trágicas connotaciones e incluso profascistas.
En ese contexto, múltiples son los retos históricos y políticos para quienes han observado que si bien se agotó la forma unilateral de comprender el socialismo, el combate emancipador de pueblos, clases, etnias y otros sectores sociales oprimidos subsiste con palpitante actualidad. Más aún, lo que se avance, defina y proyecte en los años que restan del decenio que vivimos - momento oportuno para la reflexión- sin duda contribuirá para sustentar en el siglo venidero la necesidad de encontrar, en todos los órdenes, nuevos derroteros.
Hoy más que nunca, conviene evocar las expresiones de uno de los pocos latinoamericanos que pese a ser vilipendiado y tergiversado aún mueve y conmueve a nuevas y añejas generaciones. Nos referimos a Ernesto Che Guevara quien gracias a su manifiesta criticidad, fruto de la experiencia que vivió en nuestros esquilmados pueblos, no dudo en reconocer errores en los que incurrieron Marx y Engels. Pero esas inexactitudes o impidieron que el Che se declare marxista, considere, además en este pensamiento crítico incorporado al acerbo de los pueblos y que el socialismo revitalizado que reivindicó, tan urgente para enfrentar actualmente al capitalismo bárbaro, debe considerar "que si nuevos hechos determinan nuevos conceptos, no se quitará nunca su parte de verdad a aquellos otros que hayan pasado" [6].
Múltiples son los nuevos acontecimientos que exigen reflexiones y conceptos innovadores para una realidad, a la que el capital financiero internacional he convertido en un intolerable submundo. Consideraciones que deben imbricarse con el legado histórico del socialismo latinoamericano y caribeño.
II. Raigambre nacional del socialismo latinoamericano
El Socialismo latinoamericano surgió para combatir la explotación, la injusticia y la alineación social. Para despecho de sus críticos -hoy "idiotas críticos- no fue resultado de transplantes mecánicos de modelos socioeconómicos de Europa. Su presencia respondió al proceso de concentración de la tierra en pocas manos, al papel subalterno de la burguesía y la opresión neocolonial. Sumada a la inconformidad con los "partidos históricos" -conservadores y liberales-. Pero fundamentalmente por las condiciones de opresión contra la mayoría de la población.
Ilustrativo es el caso del primigenio Partido Socialista Ecuatoriano -hoy Partido Socialista-Frente Amplio- que nació inspirado por el estallido popular del 15 de noviembre de 1922 3n Guayaquil [7], cuando el naciente proletariado ensayó una respuesta contra la crisis económica originada por la recesión cacaotera, antes que por la Revolución rusa.
III. El Socialismo Latinoamericano un pensamiento crítico y creativo
La búsqueda de un pensamiento crítico se manifestó en la corriente del marxismo creador latinoamericano que, según Michael Lowy [8], se ubica temporalmente desde los años veinte al primer lustro de los treinta.
Por tratarse de una tendencia aún no controlada por el estalinismo, fue la creatividad -y no la imitación que supone una asimilación acrítica- la que orientó el accionar de los revolucionarios. Esto explica que sus principales exponentes: el peruano José Carlos Mariategui, el cubano José Antonio Mella, el argentino Anibal Ponce, el venezolano Salvador Salvador de la Plaza, el Uruguayo Vivián Trias, la colombiana María Cano, los ecuatorianos Enrique Terán, Ricardo Paredes y posteriormente Manuel Agustín Aguirre, convoquen a dar vida, con nuestra práctica y lenguaje, a un socialismo indoamericano, que no sea copia ni imitación, sino entrépida creación.
Si el proyecto de crear un nuevo orden social no respondía a un "determinismo pasivo y rígido", sino a la voluntad de quienes son capaces de superar la "moral de esclavos" [9] la universalidad del socialismo sin importar su procedencia, para la corriente creadora debía tener como contraparte la tarea de descolonizar la práctica revolucionaria, traduciendo el pensamiento crítico del ámbito andino y americano, solo de esta forma será posible construir un socialismo firmemente enraízado en las tradiciones vernáculas latinoamericanas. Así lo entendió Mariategui el pensador marxista más representativo de esa generación de luchadores sociales. "No queremos, -dijo-, ciertamente, que el socialismo sea en América Latina calco y copia. Debe ser creación heroica. Tenemos que dar vida, con nuestra propia realidad, en nuestro propio lenguaje, al socialismo indoamericano. He aquí una misión digna de una generación nueva." [10]
Evidenciando que se trató de una corriente de pensamiento, su llamado fue propuesto por Terán, a quien cuando más se le conoce como novelista por ser el autor de El Cojo Navarrete, quien exigía hacer del PSE "un partido creador y no continuador" [11].
Recuperar y conocer esas contribuciones, resultado de la búsqueda incesante que establecieron sus protagonistas, unos concientemente y otros sin quererlo desde la heterodoxia, por relacionar práctica, teoría y realidad, constituye -valorando los aciertos y los errores- un desafío para presentes y futuras generaciones. Pues queremos desterrar "el marxismo como religión" legitimado, entre otras causas, por las tinieblas impuestas por el ejercicio mayoritario de nuestras izquierdas -en plural- que privilegiaron mirar hacia fuera, convirtiendo la interrelación de los procesos sociales latinoamericanos en un repositorio de citas e imitaciones. Necesitamos emprender en un proceso de investigación de nuestra realidad, en el que no quepan creyentes, a quienes "no les interesa la ciencia, sino el dogma" [12]
Revalorizar el pensamiento de los más lúcidos expositores del marxismo creador latinoamericano no significa, como algunos podrían sugerir, "un retorno al pasado". Pasado que, pese a la ambigua retórica de la posmodernidad, incapaz siquiera de tomar "un nombre para lo que estamos avizorando", [13] sigue presente en nuestros pueblos en muchos ámbitos. Lo que determina que múltiples propuestas de los revolucionarios de antaño sigan vigentes y, particularmente, su intento por abonar el desarrollo crítico del socialismo.
En suma, para potenciar la respuesta del movimiento popular es necesario recuperar la continuidad histórica. Pero sabemos que ésta es insuficiente para hacer del pasado una fuerza del presente, si no está acompañada de una propuesta política rupturista.
Lo planteado significa un acercamiento, rectificando lo errado e insistiendo en lo que conduce a la liberación, con el marxismo creador latinoamericano. Corriente que partiendo del Mariátegui, siempre afirmó que las nuevas generaciones deben saber ser profundamente innovadoras para lograr una aplicación creadora del materialismo histórico en nuestros países.
IV. El Socialismo Latinoamericano y nuestras particularidades étnicas
Parte sustancial de este afán que intentó nutrir el entendimiento de nuestra realidad y la praxis desde sus propias fuentes, fue el análisis de la relación de nuestras particularidades étnicas con la estructura social. Esta, por la compleja estratificación de las formaciones sociales latinoamericanas, no se reduce al dúo burguesía clase obrera. Así lo entendió incluso antes que Mariátegui, Salvador de la Plaza, quien en su folleto LA VERDADERA SITUACIÓN DE VENEZUELA 81925), tras rescatar los valores de nuestras culturas aborígenes, planteo no solo el reparto de la tierra, sino también su colectivización. [14]
También en este campo, fue el Amauta quien profundizó la reflexión sobre la cuestión indígena en el ámbito andino, él acertadamente propuso que la relación etnia-clase permea nuestras formaciones sociales, concluyendo, a partir de ese hecho sobre la singular importancia del tratamiento social, económico y político del problema en mención. Por tanto, la resolución de esta cuestión no pasaba por someter, por la vía coercitiva estatal a los pueblos indígenas a un proceso de integración que signifique su aniquilación socio-cultural o las prácticas de "proletarización" luego impuestas desde la izquierda, que ignoran su tradición cultural, mitos y magia, sino el rescate de la "vitalidad del comunismo indígena que impulsa invariablemente a los aborígenes a variadas formas de cooperación y asociación". [15]
El mismo año de la publicación de 7 ENSAYOS DE INTERPRETACIÓN DE LA REALIDAD PERUANA, Terán, sostiene, así mismo, en su conferencia LA DICTADURA DEL PROLETARIADO, que el PSE debía "despertar a la clase indígena de su largo y esclavizante sueño colonial" [16].
A su vez, Ricardo Paredes tuvo una destacada participación en los debates del VI Congreso de la IC, como en un documentado estudio del tema corrobora Manuel Caballero, ya que "pronuncio uno de los más largos y fructíferos discursos de un latinoamericano en una asamblea del Comitern" [17]. En sus intervenciones son relevantes la propuesta de agregar la categoría "país dependiente" a las de "países coloniales y semicoloniales" y la exigencia que el programa de la IC incluya el tratamiento de la opresión de los pueblos autóctonos americanos.
Estos pueblos "tienen un espíritu colectivista muy importante", hecho que, junto con las formas de producción y trabajo colectivo que practican, debe ser aprovechado "por el estado proletario para la construcción del socialismo". Paredes concluye que "el problema revolucionario está ligado al de las razas oprimidas" [18].
V. La construcción de la nación
El aspecto anterior nos remite a otro, también abordado por la corriente referida, que gira en torno al problema de la construcción de la nación. Para alcanzar habría que doblegar a la dependencia estructural determinada no solo por factores económicos sino también políticos y culturales y a la marginación interna. Esta última tuvo sustento en el proyecto estatal terrateniente surgido con los procesos independentistas y heredero de parte del aparato institucional colonial. Que se caracterizó por ser minoritario, elitista, opresivo y excluyente, tanto que configuró una sociedad de la minoría "blanca", instituyendo una práctica social monocultural, por la cual la mayoría indígena de la población era aceptada únicamente como sujeto de obligaciones laborales y tributarias. Por eso para Mariátegui la realización de la nacionalidad sería fallida sin la regeneración del indio [19]. En consecuencia, el proyecto de constitución de lo nacional y el mismo socialismo estaba determinado por la ampliación de la democracia y el bienestar colectivo.
Con Mariátegui coinciden Julio Antonio Mella y Aníbal Ponce en que los portadores de la nación son los sectores sociales sojuzgados en una "lucha contra el imperialismo -el ladrón extranjero- y las burguesías -los ladrones nacionales-" [20], que se han aliado en la opresión de nuestros países y pueblos. E esas circunstancias, la acción de sujetos colectivos era la garantía para lograr la identidad nacional.
Ponce que abordó el tema de la nación en su artículo "La cuestión indígena y la cuestión nacional" (1937), advierte que el "problema nacional" no era formal ni circunstancial y que por las condiciones de opresión imperialista se "ha mostrado insoluble dentro del ámbito burgués", enfatizando que (...) el "problema de la liberación nacional" se ha revelado tan inextricablemente unido a la lucha antiimperialista que lo fue, hasta ayer, consigna de la burguesía, ha pasado de ser con distinto contenido, consigna del proletariado. Este cambio radical en la manera de plantearlo -no hay solución al problema nacional sin ruptura con el imperialismo- nos esta indicando no solo el nuevo clima dentro del cual he comenzado a vivir la "cuestión nacional", sino la jerarquía que ha asumido en la lucha revolucionaria de las grandes masas [21].
Estas opiniones expresadas hace más de cuatro décadas no han perdido actualidad como confirma el "Primer Encuentro Continental de Pueblos Indios", reunión en Quito en Julio de 1990, con la presencia de más de 300 líderes de pueblos y nacionalidades indígenas de América, donde se resolvió luchar por la autodeterminación y un régimen de autonomía plena, mediante "la construcción de una sociedad plural, democrática, basada en el poder popular", que se logrará "previa destrucción del actual sistema capitalista y la anulación de toda forma de opresión, socio cultural y explotación económica" [22].
VI. Humanismo y Socialismo
Ponce, también destacó la dimensión ética y humanista del combate revolucionario y del socialismo, aspecto lamentablemente descuidado por la izquierda al considerarlo práctica burguesa. El pensador argentino defendió un modelo socialista que sea emancipador en todos los terrenos de la vida y estableció distancia entre el humanismo burgués y el proletario, expresión del "hombre completo" [23].
Años después, influido por la obra de su compatriota (cuyo libro humanismo burgués y humanismo proletario pidió reproducir en Cuba). El Che Guevara enfatiza que el humanismo revolucionario es un valor inmanente del "hombre nuevo", del "hombre integral".
Este humanismo es el que trasmite en carta a sus hijos, cuando decidió continuar en los Andes su combate antiimperialista, exhortándoles a que sean "siempre capaces de sentir en lo más hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo. Es la cualidad más linda de un revolucionario" [24]. Precisamente a la luz del humanismo revolucionario se entiende el significado del internacionalismo asumido por el Che. El verdadero internacionalista, es, pues, a su juicio, el que siente "como afrenta propia toda agresión, todo acto que raya contra la dignidad del hombre, contra su felicidad, en cualquier lugar del mundo". Solo entonces se podrá comprender la dimensión humana de los luchadores sociales, guiados por grandes sentimientos de amor. Es imposible pensar en un revolucionario auténtico sin la cualidad [25].
VII. El reto de la creatividad
Hoy que con el estalinismo ha caído el sistema de verdades eternas y certezas inmutables reflejado para decirlo en palabras de Palmiro Togliatti, en esa supuesto representación de una "interrumpida procesión triunfal" [26], reiteramos que la creatividad es el desafío para encontrar alternativas revolucionarias anticapitalistas, precisamente porque el capitalismo en su faz neoliberal sigue siendo una coyunda para el desarrollo armónico de nuestros pueblos.
El teórico marxista Agustín Cueva en una de sus últimas entrevistas dijo "vamos a suponer que el marxismo se ha agotado, que ya no sirve como instrumento [...] eso tampoco es una justificación para no tener un pensamiento crítico", para enfatizar en su rechazo a que la crisis del marxismo sirva de pretexto para abandonar el pensamiento crítico" [27]. Como el mayor crédito ecuatoriano de las ciencias sociales en los últimos veinte y cinco años creemos que para enfrentar al capitalismo bárbaro hay que desarrollar esa reflexión analítica de la que es parte el marxismo, contrariamente a lo que afirma al unísono neoliberales, neoconservadores y teóricos del desencanto que lo consideran un antigualla. Posición que con más sencillez pero no menos profundidad expresa un grafitti al sostener que "el capitalismo ha triunfado porque los hombres han muerto". Allá ellos si han decidido morir en vida pero para la mayoría de hombres y mujeres aún es posible soñar.
Es que para contrarrestar el impacto de una integración sin precedentes de la economía mundial determinada por la actual revolución científico tecnológica y la internacionalización socio económica mundial, impuesta por la globalización, que responde a un sistema imperial de poder que "quiere países humillados" [28], hay que justipreciar al marxismo como pensamiento crítico. Así se entiende su propuesta de ser una "guía para la acción", así como su llamado a la autoemancipación de los explotados y la construcción del socialismo como expresión consciente e internacionalista del movimiento de masas.
En el quehacer teórico y político del socialismo indoamericano, el reto de la creatividad propuesto por la primera generación de revolucionarios inspirados en el creciente desequilibrio social, impactados por la Revolución de octubre y con el soporte -en muchos casos más intuitivo que analítico- del marxismo, volvió a proponer, en 1990, el intelectual revolucionario peruano Alberto Flores Galindo en su carta testamento. Al evaluar el derrumbe del "sistema usurpador del socialismo" (como denomina Eduardo Galeano al de los regímenes burocráticos de Europa del Este), hace un llamado que entraña compromiso, "el desafío de la creatividad es enorme. ¿Podremos?", afirmando que si bien:
"En otros países el socialismo ha sido debilitado, aquí (en América Latina), como proyecto y realización, podría seguir teniendo futuro si somos capaces de volverlo a pensar, de imaginar otros contenidos. Esto no es la moda. Es ir contra corriente. También debemos enfrentarnos a los cultores de la muerte o a aquellos que solo piensan en repetir las recetas de otros países" [29].
VIII. Sustento ideológico múltiple para un socialismo renovado
Hoy que el neoliberalismo nos vende el "fin de la historia", pretendiendo coactivamente encasillar el pensamiento y la acción de los seres humanos, hay que colocar un gran signo de interrogación a lo fácil, para lograrlo sostenemos que el sustento ideológico del socialismo renovado, en nuestro subcontinente, es múltiple. A más del marxismo creador latinoamericano, debe incorporar la teología para la liberación, el latinoamericanismo revolucionario y el colectivismo indígena.
En efecto, si la construcción de un proyecto socialista ha de reemprender en un estilo de acción social profundamente humanista donde el compromiso ético de acción social profundamente humanista donde el compromiso ético cumpla papel primordial, éste debe nutrirse de la teología para la liberación, que nos plantea el cuestionamiento de las comunidades eclesiales de base al capitalismo por tratarse de un sistema de muerte, frente a uno por la vida que busca la dignificación del hombre.
La teología para la liberación posee especificidades que coinciden con el socialismo creador, constituyendo terreno feraz para amalgamar pensamientos que se proponen objeticos comunes. La búsqueda por reflexionar específicamente los procesos sociales, políticos, ideológicos y culturales propios de la subregión, la censura a las diversas formas del neocolonialismo que pesan sobre América Latina y el Caribe, su llamado a un orden social nuevo y justo en que el ser humano libre sea sujeto de la historia. En definitiva, la afirmación del papel de los pueblos como artífices de su propio destino y creación histórica [30].
Otro sustento del proyecto de nueva sociedad que planteamos es el latinoamericanismo revolucionario, inspirado en las concepciones bolivarianas, artiguista, martiana, alfarista y guevarista de la unidad latinoamericana: así nuestras construcciones ideológicas se fundamentarán en un legado histórico soberano. Uno de los retos para el pensamiento revolucionario es que nuestros pueblos adviertan las diferencias entre el nacionalismo de los opresores y el nacionalismo de los oprimidos. Esa distinción permitirá entender la relación entre la lucha social y la liberación nacional, propósito que se propusieron, sin ser marxistas, lo más lúcidos representantes, desde la literatura (Juan Montalvo, José María Vargas Vila, José Martí) y la prédica política (Manuel Ugarte, Alfredo Palacios) del pensamiento emancipador latinoamericano y la llevaron a cabo, ora superando el colonialismo, ora denunciando los embates imperialistas que nos colocaron bajo el estatuto de "nación oprimida".
El colectivismo indígena, a su vez, es vital tanto por las formas ancestrales de producción y de conocimiento milenarias -actualmente valoradas-, como por la defensa del ambiente, fundamentalmente por cuanto la democracia tiene que responder sobre el tema del deterioro ambiental, como una de las fuerzas motrices del desarrollo social.
La calidad de vida relacionada con una democracia preocupada por encontrar una propuesta alternativa de sociedad, se engarza con una crítica al modelo de desarrollo, depredador del medio ambiente, promovido tanto por el industrialismo capitalista como por el "socialismo real".
En síntesis, para que nuestros pueblos superen el estatuto neocolonial hay que fusionar la tradición humanista, antiimperialista, colectivista y socialista en un pensamiento plural que sea capaz de recuperar la soberanía económica y la nacional y avanzar a una verdadera democracia.
Enhorabuena ha llegado para la izquierda y los intelectuales latinoamericanos, la hora de pensar con nuestra propia cabeza.
IX. Democracia y Socialismo
Definir un nuevo tipo de democracia es un reto para la izquierda latinoamericana y caribeña en su búsqueda por potenciarse, terminando el desencuentro con el socialismo. En consecuencia, la democracia tiene que ser una característica esencial del proceso de construcción del socialismo, de la causa emancipadora popular contra toda forma de explotación, opresión y enajenación. El socialismo ha de entenderse -actualmente- como profundización de la democracia.
Lo anterior significa garantizar la participación de las mayorías en la construcción de la nueva sociedad, desterrando prácticas de hegemónicas sectarias, impositivas, particularmente en la relación movimiento popular partido. Se trata, entonces, de conseguir la "unidad en lo diverso", que avance, en términos políticos y sociales, hacia la formación de una vanguardia colectiva, una vez que el sujeto revolucionario en nuestros pueblos será múltiple.
Este es un desafío para los partidos políticos que buscan convertirse en la "emanación" de los intereses populares, más aun cuando asistimos a una significativa pérdida de confianza en las colectividades políticas. Superar el hegemonismo constituye un imperativo.
El socialismo renovado deberá precisar el tipo de democracia que quiere construir y los medios para conquistar una hegemonía popular. Hay que alcanzar una democracia de dimensión social, que no se restrinja al ámbito político y se proyecte a los aspectos socio económicos de la democracia.
El neoliberalismo no puede continuar exhibiendo como paradigma la democracia. Para alcanzar ese objetivo es necesario llevar a la democracia hasta sus últimas consecuencias para asumir su construcción y la del socialismo, en un proceso indisociable. Así lo entendió el presidente mártir Salvador Allende cuando propuso un socialismo en libertad, pluralista, democrático, respetuoso del disenso.
El debate sobre el carácter de la democracia, la cotidianidad, la armoniosa vinculación partidos movimiento popular y la alternativa soberana, nacional, popular y antimonopólica frente a la crisis, debe desarrollarse con la activa participación del movimiento popular -organizado o no-, mas aún en realidades como las nuestras en las que no solo se manifiestan antagonismos sociales por causas económicas, sino también por racismo y machismo.
Hay que lograr la impostergable democratización de las organizaciones populares, alas que ya no se puede seguir considerando correa de transmisión de los partidos políticos. Esta concepción, que fue convertida en "dogma de fe" y excusaba la ignorancia de las circunstancias concretas que le llevaron a Lenín a plantearla [31], hizo del sindicato y, por extensión, del movimiento popular un instrumento para transmitir la línea del partido. En la actualidad este criterio ya no tiene asidero. Es momento de acordar que la relación organizaciones populares partidos políticos, no debe ser impositiva, de subordinación, sino creativa, así se estará contribuyendo a la autoemancipación social.
En estas circunstancia, la tensión presente entre los partidos que tienden a la homogeneidad, mientras los movimientos sociales democráticos -es decir aquellos no impregnados de prácticas y contenidos autoritarios (fascistas, fundamentalistas)- hacia la diversidad, no puede resolverse asumiendo un control monolítico o bajo supuestas pretensiones de generalización, centralización y representación pese que han contribuido a impedir la creatividad social.
El tema planteado nos remite a otro asunto cardinal: la democratización del partido y de las organizaciones populares. Aquello implica el combate contra las prácticas verticales. Reconociendo el control de las bases sobre las dirigencias e instituyendo la posibilidad de su relevo (revocatoria del mandato). La burocratización no se reduce a la reelección de los dirigentes a las diversas instancias, o a prácticas clientelares, se expresa también en esa suerte de permanente "delegación de funciones" de las bases a sus representados/as.
Es impostergable desterrar la visión instrumental de la democracia, sustentada en los enfoque normativos liberales que agotó su significado en el régimen político, una forma de gobierno o en un unilateral "sistema de reglas", más aún si la acción colectiva manifestada en una pluralidad de movimientos sociales contribuye decisivamente a la democratización de la sociedad.
En efecto, pese a la notable exclusión social impuesta por el proceso de globalización mundial, asistimos a una ampliación de los canales de participación popular. A la búsqueda por alcanzar mejores condiciones de vida y trabajo. De este modo, exigencias salariales, reconocimiento a la pluriculturalidad y multinacionalidad, rechazo al incremento del costo de vida, demandas ambientalistas, respeto de los derechos humanos y de género se expresan, en nuestro caso, en una movilización y participación mas plural.
X. La permanencia de los ideales socialistas
Es innegable que las tesis socialistas han experimentado un duro revés en este "tiempo glacial para la izquierda y el marxismo, cuando asistimos a la negación de principios científicos y políticos y al cambio de posturas para mejor acomodarse a las del imperio" [32]. como dice la escritora Nela Martínez. Tiempo, cuando lo que tiene que morir no muere y lo que tiene que nacer no nace, en medio de un marcado conservadurismo de los partidos de izquierda y aún del movimiento popular. Pero ello no significa que los ideales que dieron origen al socialismo -justicia, dignidad del hombre, libertades democráticas duramente conquistadas en la sociedad capitalista- hayan desaparecido.
La permanencia de esos ideales, después del fracaso del estalinismo y de las limitaciones de la socialdemocracia, tiene como condición la construcción de un socialismo original -renovado y creador- que deberá recuperar en las formas solidarias de la acción social y política, hoy disgregadas por los valores individualistas y pragmáticos que fomenta el neoliberalismo. Ese socialismo revitalizado creará una nueva ética cimentada en la cooperación y solidaridad mundial.
Sin embargo, la réplica de quienes no han cejado su lucha por proyectos de emancipación social en América Latina aún es débil, no obstante hay excepciones. Esta sensible omisión es un reto para el pensamiento y acción política de la izquierda latinoamericana que no debe olvidar su bagaje histórico, en el que no solo concurren alineamientos poco creativos, como de manera reduccionista vieron y quieren advertir sus detractores, sino también la búsqueda de proyectos socialistas autónomos con una perspectiva nacional. Más aún, ese objetivo es posible si se convierte la derrota del estalinismo "en una ventaja estratégica porque abre la posibilidad de construir un modelo alternativo de socialismo que refleje las profundas práctica democráticas y solidarias que ofrecen los movimientos sociales de los países latinoamericanos" [33].
A pesar de que la "palabra socialismo" entró en el Index de la historia" [34] y que la posmodernidad solo tolera a la "izquierda arrepentida que acepta sentarse a la diestra de los banqueros" [35] el estruendoso fracaso del capitalismo sigue manteniendo las bases para que el socialismo renovado y arraigado en nuestras tradiciones que está por construirse, continúe siendo el sistema que garantiza la defensa de la soberanía e identidad de América Latina, la utilización racional de sus recursos naturales y una integración soberana.
La desaparición del "socialismo" en el Este europeo "no tiene porque ser un obstáculo duradero para el advenimiento del verdadero socialismo" [36] que en nuestro caso se construirá en la lucha por la democratización del sistema económico, social y político, sin imposiciones al movimiento popular y a partir de una redefinición del Estado que tendrá como uno de sus fines la superación de la dependencia científico tecnológica, para la que no son suficientes las buenas intenciones y denuncias de nuestra dependencia estructural y subdesarrollo. Hay que emprender propuestas de investigación que contribuyan a promover una economía sustentable, que indisociablemente vincule desarrollo y protección ambiental.
Como aseguró en una de sus postreras reflexiones el intelectual y revolucionario latinoamericano José Arico, "el que pierde hoy, pierde siempre" [37]. Los pueblos latinoamericanos y caribeños no están dispuestos a desperdiciar su futuro sin encontrar su personalidad. Para enfrentar al capitalismo bárbaro hay que formular un proyecto socialista alternativo, que será democrático, soberano, autogestionario, ecologista, pluralista, humanista, latinoamericanista e internacionalista.
Es el momento de rehacer el mundo de acuerdo con las tradiciones del humanismo revolucionario y la solidaridad que hoy se pretende como un anacronismo echar al basurero de la historia.
El injusto intercambio comercial, la esclavitud financiera y el subdesarrollo, productos del saqueo imperial y del proyecto neoliberal que no admite enmienda, pues su mal radica en el inequitativo orden mundial, deben cesar.
Dentro del capitalismo no hay esperanza para pueblos como los nuestros, pero no podemos renunciar a la esperanza, debemos seguir planteando una sociedad libre e igualitaria, el rechazo a toda forma de opresión y enajenación, el derecho a la autodeterminación de los pueblos y a su soberanía política y económica, que es el programa socialista que "ha inspirado desde hace siglo y medio el combate libertador de las clases explotadas y de los pueblos oprimidos del mundo entero" [38]. Esta es la única manera de vencer el miedo a ser felices.
La concreción de un gran movimiento integrador con contenidos soberanos, para que como reclamaran Salvador Allende "América Latina deje de ser el continente de la esperanza frustrada" [39] es un desafío, paralelo al desarrollo de una reflexión crítica para los procesos de liberación que se proponen alcanzar la independencia económica y social. En definitiva, corresponde formular, difundir y defender un programa socialista y popular alternativo frente a la crisis y al neoliberalismo, que sustente la vigencia del "socialismo como forma superior de civilización" [40].
Notas:
[1] Con fina sorna el periódico socialista La Tierra de Ecuador, respondía a quienes sostenían que el socialismo era una "doctrina importada": "no conocíamos que el conservadurismo lo habían inventado los conservadores ecuatorianos. Sospechamos que, antes, existian ya los conservadores ingleses (...) De igual manera, casi estabamos seguros que el liberalismo, como doctrina, no vio la primera luz merced a los esfuerzos de Don Eloy (Alfaro). Nos parecía que en la Francia de la Revolución se pronunciaron ya las tres palabras mágicas que tanto se asemejan a los anuncios de películas: Libertas, Igualdad y Fraternidad". La Tierra, 19/12/33. (paréntesis nuestro).
[2] Esa "tesis" estalinista se convirtió en un freno antes que en un estímulo para el desarrollo de los procesos revolucionarios en el mundo al apartarse de uno de los fundamentos del socialismo: la internacionalización de la revolución
[3] Lo anterior quedó evidenciado en las directrices impuestas por la lll Internacional y especialmente en las "21 condiciones" de admisión de los partidos a la también denominada Internacional Comunista que les impuso "apoyar sin reservas a todas las repúblicas sovietistas (sic) en sus luchas contra la contrarrevolución" y en el mandato a diferenciarse "con los viejos partidos social-demócratas o "socialistas". Se asumió hacia estos últimos una política de aislamiento -resuelta por el Vl congreso de la IC-, que se expresa en la táctica de "clase contra clase", que contaminó a los PCs de sectarismo que llegó al extremo de considerar a los partidos socialistas como enemigos de la misma catadura de los fascistas, adjetivándolos de "soacialfascistas". Posteriormente, el Vll congreso de la IC impuso la orientación de "los frentes populares", la que mediada por la lucha anti-fascista tomó una forma conservadora como los "frentes nacionales" y el "browderismo". Este no solo respondió a las concepciones del influyente secretario general del PC estadounidense Earl Browder, correspondían también a los criterios impuestos por Stalin tanto para justificar alianzas de las clases subalternas con grupos dominantes "progresistas" para completar la etapa democrática burguesa de la revolución (lo que equivalía a la búsqueda de una clase dominante que paradójicamente consistiese en ser descabezada al día siguiente del triunfo de la verdadera revolución), como para estimular una visión mecanicista de la historia -propia del estalinismo-, que influyó por décadas sobre generaciones de luchadores populares confiados en el "altruismo revolucionario de la quimérica "burguesía nacional".
Posteriormente, la subordinación de los partidos comunistas a la ex URSS y los países de Europa del Este fue reconocida autocríticamente, a mediados de 1989, por el influyente líder del PC uruguayo Rodney Arismendi, quien aseveró "muchas veces servilizamos nuestras posiciones". Criterio reiterado por el secretario general de esa colectividad política Jaime Pérez quien afirmó "teníamos la ilusión de que lo que pasaba en la URSS era perfecto.
[4] Patricio Icaza, "Pensar con nuestra propia cabeza" en Punto de Vista No 405, 12/02/90 p.12
[5] Ernest Mandel, "Globalización, interdependencia y bloques económicos regionales" en Imprecor para América Latina, No 23 . Julio de 1992, p.20.
[6] Cfr. Ernesto Che Guevara, "Notas para la ideología de la Revolución cubana" (1960) en Latinoamérica N| 60, UNAM México, septiembre de 1979 p. 11.
[7] La asamblea inaugural del Partido Socialista Ecuatoriano celebrada entre el 16 y 23 de mayo de 1926, recogiendo esa tradición combativa acordó "tributar un voto de gratitud y reconocimiento al leal e ínclito pueblo guayaquileño, y declarar el 15 de noviembre como la fecha magna de la historia del PSE". Labores de la Asamblea Nacional Socialista y Manifiesto del Consejo Central del Partido, Guayaquil, Editorial El Tiempo 1926, pp. 67-68.
[8] Cfr.. Michael Lowy, El Marxismo en América Latina. (De 1909 a nuestros días), México, Ediciones Era, 1982.
[9] José Carlos Mariategui, Defensa del Marxismo. 3ª. Ed. Lima, Empresa Editora Amauta, 1967, p.60.
[10] Amauta, año lll, No 17, septiembre de 1928 en Ideología y Política, Lima, Editorial Minerva, 1981. p.247.
[11] Enrique Terán, "La dictadura del proletariado", Quito, Imprenta del Consejo Central del PSE, 1928, p. 5. El "chiquito Terán censuró en 1931 a la IC por haber tratado al Ecuador "como una tribu; jamás contestaron nuestras informaciones ni quisieron tomarnos demasiado en serio hasta que las últimas directivas nos tomaron demasiado en serio y transmiten consignas copias de las que debe practicar Alemania, Francia y Rusia. No han querido estudiar la verdadera situación nacional, lo informes enviados por nosotros, sobre la verdadera situación nacional en todos los órdenes, los han calificado de pequeños burgueses y oportunistas (...) lenta, pero firmemente, nos íbamos idiotizando con moldes estáticos petrificados que teóricamente los impugnaba nuestra propaganda revolucionaria y objetivamente materialista ". El Día, 23/07/31.
[12] Ludolfo Paramino, Tras el diluvio. La izquierda ante el fin del siglo, 2°, ed., México, Siglo XXI Editores S.A., 1989, p. 23
[13] Franz J. Hinkelammert, "Utopía y proyecto político. La cultura de la posmodernidad" en Nueva Sociedad, No 91, (septiembre-octubre), 1987, p. 114, "vivimos en plena cultura de la modernidad, pero ya no podemos creer en ella. Eso ya lo revela la propia palabra pos-modernidad. Ninguna época nueva se llama post-época anterior. La sociedad burguesa no se llamaba posfeudal ni la sociedad socialista posburguesa" Ibid.
[14] Sugerencia innovadora, como subraya Vitale, "en los programas de los partidos de izquierda", Luis Vitale, Estado y estructura de clases en Venezuela contemporánea, Caracas. Universidad Central de Venezuela, 1984, p. 58.
[15] José Carlos Mariátegui, 7 Ensayos de interpretación de la realidad peruana, 31°, ed., Lima/ Perú, Empresa Editora Amauta S.A., 1975, p. 83
[16] Enrique Terán, art. Cit. Pp. 33-34
[17] Manuel Caballero, La Internacional Comunista y la Revolución Latinoamericana, Caracas, Editorial Nueva Sociedad, 1987, p. 87
[18] VI Congreso de la Internacional Comunista, Segunda parte, 1°. Ed., México, Cuadernos del Pasado y Presente, 1978, pp. 180 - 181
[19] Cfr. José Carlos Mariátegui, La polémica del indigenismo, Lima, Mosca Azul Editores, 1976.
[20] Julio Antonio Mella, "La lucha revolucionaria contra el imperialismo" (1928 en Hombres de la revolución. Julio Antonio Mella, La Habana, Imprenta Universitaria, 1971 p.78
[21] Oscar Terán, Anibal Ponce: ¿El Marxismo sin nación?, Cuadernos de Pasado y Presente No 98, México, Ediciones Pasado y Presente, 1983, p. 239
[22] Declaración de Quito y resolución del encuentro de pueblos indígenas, Quito, 17-21 de julio de 1990. p. 12
[23] Aníbal Ponce, Humanismo Burgués y Humanismo Proletario, México, Ediciones Roca, S.A. 1976, p. 96.
[24] Ernesto Che Guevara, Escritos y discursos, Tomo 9, La Habana, Editorial de Ciencias Sociales, 1977, p. 392. (Negrilla nuestra)
[25] Ibid "El socialismo y el hombre en Cuba", Tomo 8 p. 269
[26] Citado en Introducción de José Aricó, a Mariátegui y los orígenes del marxismo Latinoamericano, Cuadernos de Pasado y Presente No 60, México, Ediciones de Pasado y Presente. 2980: p. XIII.
[27] Punto de Vista No 427, 24/07/90.
[28] Eduardo Galeano El tigre azul y otros relatos, La Habana, Editorial Ciencias Sociales, 1991, p. 140.
[29] Alberto Flores Galindo, "Reencontremos la dimensión utópica" en Ciudad Alernativa, No4, 1990, p. 43 (Paréntesis nuestro).
[30] "[...] y el hombre toma gradualmente en sus manos las riendas de su propio destino.. mira adelante y se dirige hacia una sociedad en la que será libre de toda alineación y servidumbre". Gustavo Gutiérrez, "Praxis de liberación, teología y evangelización, en Liberación, diálogos en el CELAM, Bogotá 1974, p. 69
[31] Cfr. Ludolfo Paramio, "Sindicato y partido, un conflicto croativo" en Nueva Sociedad, No 83, Mayo/junio, 1986.
[32] Prólogo de Nela Martínez en Patricio Icaza, Historia del Movimiento Obrero Ecuatoriano, t. II, Quito, CEDIME/CIUDAD, 1991, p. XXII.
[33] James Petras, "El futuro del socialismo en América Latina" en Inprecor, No 6, julio de 1990, p. 12 (Negrillas nuestras)
[34] Frai Betto, "Alternativa socialista en América Latina y el Caribe" en América Libre, No 1, diciembre de 1992 p. 7
[35] Eduardo Galeano, op, cit. P. 138
[36] Ludolfo Paramio, op. Cit. P. 41
[37] Conversación con Jose Arico en Ciudad Alternativa, No 2, 1990, p. 46
[38] Michael Lowy, "La crisis del socialismo real" en Impreso para América Latina, No 1, p. 27
[39] Coordinadora Socialista Latinoamericana, Documentos básicos, Montevideo 1995. p. 20
[40] Esperanza Penagos Relman y Rodolfo Coronado Ramírez, "Gramsci a 50 años de su muerte" en Economía Informe, No 153, junio de 1987, p. 56.
(Fuente: VI Conferencia, Quito, 22-24 mayo de 1997. Ponencia presentada por el Dr. Patricio Icaza del PS-FA, quien falleciera, poco después, trágicamente)
miércoles, 22 de abril de 2009
ANGEL CAPPELLETTI Y SU ENFOQUE DEL ANARQUISMO HISTORICO LATINOAMERICANO
Por: Prof. Nelson Mendez P.
Facultad de Ingenieria,
Universidad Central de Venezuela.
Caracas - junio 1996
No es exagerado calificar al libro EL ANARQUISMO EN AMERICA LATINA como hito fundamental en la bibliografía anarquista latinoamericana. Aun cuando el pie de imprenta indica noviembre de 1990, diversos inconvenientes editoriales retrasaron su aparición publica, así que apenas fue en junio de 1993 cuando salio a la venta en Caracas, en forma por demás restringida por tratarse de un grueso y costoso volumen, con pequeño tiraje (1.500 ejemplares en edición de tapa dura y 1.500 en rustica), publicado por la Biblioteca Ayacucho, ente estatal venezolano con los clásicos atributos de la burocracia del trópico, por lo cual se deduce que ha sido complicado para los interesados del país tener acceso a la obra por los canales habituales (adquisición en librerías o consulta en bibliotecas), y que resultase muy problemática o hasta inexistente la distribución en el exterior. Pese a todo, esta publicación fue un tributo al esfuerzo de una persona sin cuya voluntad entusiasta y capacidad erudita no es concebible emprender trabajo de tal magnitud y tantas dificultades: el Dr. Ángel J. Cappelletti, quien tomo en sus manos y llevo a feliz termino un proyecto que permanecio en suspenso por un largo periodo tras la muerte en 1982 de quien lo había concebido e iniciado, el historiador y sociólogo uruguayo Carlos Rama.
Cappelletti no solo efectúo la mayor parte de la recopilación de textos prevista en el plan inicial de la obra, sino que encaro la realización de un extenso ensayo sobre las claves históricas, sociales y culturales que marcaron país por país la presencia del socialismo libertario en nuestro subcontinente. Este trabajo, que sintetiza numerosos artículos del autor en publicaciones periódicas sobre aspectos parciales de este vasto tema, y cuyo boceto encontraremos en su obra previa HECHOS Y FIGURAS DEL ANARQUISMO LATINOAMERICANO (publicada por la Editorial Madre Tierra de Madrid), es obligado preámbulo al compendio documental de 454 páginas, que abarca 18 autores individuales y 6 colectivos, provenientes de 7 países del área, en una recopilación nunca antes hecha de testimonios escritos del anarquismo continental, tomados de las mas diversas fuentes - a veces casi rarezas bibliografiítas - y que en fecha y motivación van desde un combativo manifiesto obrero paraguayo de 1892, hasta la conceptual critica a la democracia representativa de una intelectual y militante uruguaya (Luce Fabbri) en 1983. Otros nombres más (como el greco-mexicano Plotino Rhodokanaty, el cubano Enrique Roig San Martín, el exiliado español Abraham Guillen o los I.W.W. chilenos) podrían agregarse a los que presenta la muestra antológica seleccionada, pero sin duda los que se incluyen en el libro lo merecen plenamente, ya sean individualidades resaltantes como el incansable combatiente mexicano Ricardo Flores Magon, el fogoso intelectual peruano Manuel González Prada, el anarcosindicalista hispano-argentino Diego Abad de Santillan y el fundamental escritor brasileño José Oiticica; o colectivos de evidente raíz popular como la Federación Obrera Regional Argentina (FORA), el Partido Liberal Mexicano y la organizacion anarcosindicalista histórica de Uruguay (la FORU).
En el Prologo, nombre por demás engañoso para un texto tan denso como este que estamos comentando, Cappelletti trabajo con la acuciosidad investigativa característica de su amplísima y estimada labor intelectual, culminando lo que a nuestro entender es el examen contemporáneo mas agudo y exhaustivo sobre el tema, digno de una calificación mayor a la de "simple esbozo" que su creador le atribuyo con modestia; y no solo por su extensión de 218 paginas escritas con rigor, pasión y amenidad, sino porque allí se cimientan las bases para el rescate de una historia tan diversa y significativa como ignorada o tergiversada. Los ejemplos de las investigaciones sobre el impacto y la presencia del anarquismo en la Historia Social de Colombia publicadas por los compañeros del Proyecto Cultural Alas de Xue en 1993, las vigorosas paginas de Frank Fernández sobre el quehacer y las vicisitudes del movimiento libertario cubano, o las líneas esclarecedoras que el historiador venezolano Leonardo Rodríguez expone respecto al alcance de la actividad y el ideario anarcosindicalista en nuestro país, en una vasta obra sobre la evolución del sindicalismo nacional que prepara actualmente, ilustran respecto a que al texto de Cappelletti le cabrían ampliaciones de detalle, provenientes de estudios mas precisos sobre la significación de la influencia libertaria en contextos sociales particulares; pero esto, mas que deficiencia, es un reto que plantea el Prologo al abrir tan amplias vías de información, análisis y reflexión.
Detengámonos a detallar esas vías, para lo cual citaremos extensamente el Prologo. Para Cappelletti: "... El anarquismo tiene en America Latina una amplia historia, rica en luchas pacificas y violentas, en manifestaciones de heroísmo individual y colectivo, en esfuerzos organizativos, en propaganda oral, escrita y práctica, en obras literarias, en experimentos teatrales, pedagógicos, cooperativos, comunitarios, etc. Esta historia - continua - nunca ha sido escrita en su totalidad, aunque existen algunos buenos estudios
parciales. Más aun, quienes escriben la historia social, política, cultural, literaria, filosófica, etc., del subcontinente suelen pasar por alto o minimizar la importancia del movimiento anarquista. Hay en ello tanto ignorancia como mala fe. Algunos historiadores desconocen los hechos o consideran al anarquismo como ideología marginal absolutamente minoritaria y desdeñable. Otros, por el contrario, saben lo que el anarquismo significa en la historia de las ideas socialistas y comprenden bien su actitud frente al marxismo, pero precisamente por eso se esfuerzan en olvidarlo o desvalorizarlo como fruto de inmadurez revolucionaria, utopismo abstracto, rebeldía artesanal y pequeño burguesa, etc."
Como todo pensamiento originado en Europa, la ideología anarquista fue para America Latina producto importado. Esto lo comprendía Cappelletti, pero también que las ideas no son meros productos sino mas bien organismos y, como tales, deben adaptarse al nuevo medio y, al hacerlo, cambiar en mayor o menor medida. Por ello, para el, decir que el anarquismo fue traído a estas playas por emigrantes europeos era casi acotar lo obvio. Interpretar el hecho como signo de su minusvalía, lo denunciaba como muestra de estupidez, pues bien sabemos que hasta la idea misma de "patria" y la ideología nacionalista nos han llegado de Europa.
Cappelletti entiende que el anarquismo no fue solo la ideología de masas obreras y campesinas paupérrimas que, arribadas al nuevo continente, se sintieron defraudadas en su esperanza de una vida mejor y vieron cambiar la opresión de las antiguas monarquías europeas por la no menos pesada de las oligarquías republicanas de America. Fue muy pronto el modo de ver el mundo y la sociedad que adoptaron también masas autóctonas y aun indígenas, desde México (con Francisco Zalacosta en Chalco, un casi ignorado predecesor decimonónico de la tradición de lucha que ahora encarna el EZLN en Chiapas) hasta la Argentina (con Facon Grande, aquel legendario guerrillero gaucho de la Patagonia rebelde en la década de 1910). Con agudeza, Cappelletti anotaba que muy pocas veces se ve que la doctrina anarquista del colectivismo autogestionario, aplicada a la cuestión agraria, coincidía de hecho con el antiguo modo de organizacion y de vida de los indígenas de México y Perú, anterior no solo al imperialismo hispano sino también al imperialismo de los Aztecas y de los incas. En la medida en que los anarquistas lograron llegar hasta los indígenas, no tuvieron que inculcarles ideologías exóticas, sino solo tornar conscientes las ideologías campesinas del "calpull" y del "ayllu".
Explicando la incidencia social del Anarquismo en America Latina, también nos dice Cappelletti: "Por otra parte, en la población criolla se había arraigado muchas veces una tendencia a la libertad y un desapego por todas las formas de la estructura estatal que, cuando no eran canalizadas por las vías del caudillaje feudal, eran tierra fértil para una ideología libertaria. Casi nunca se menciona la existencia (en Argentina y Uruguay) de un "gauchaje" anarquista, que tenia su expresión literaria en los payadores libertarios. Pero aun prescindiendo de estos fenómenos, que serán considerados sin duda poco significativos por los historiadores académicos y marxistas, puede decirse sin lugar a dudas que el anarquismo echo raíces entre los obreros autóctonos mucho mas profunda y extensamente que el marxismo (con la sola excepción, tal vez, de Chile)."
Cappelletti estaba consciente en que el movimiento ácrata latinoamericano no genero en el pasado aportes fundamentales a la teoría del Anarquismo, pero recalcaba que desde el punto de vista de la organizacion y de la praxis produjo formas desconocidas en Europa. Así, la Federación Obrera Regional Argentina fue ejemplo de una central que, siendo mayoritaria (hasta llegar a constituirse, de hecho, entre las dos primeras décadas del siglo XX, en central única), no hizo jamás ninguna concesión a la burocracia sindical, al mismo tiempo que adoptaba una organizacion diferente tanto de la Confederación Nacional del Trabajo en España y demás centrales anarcosindicalistas europeas como de la IWW norteamericana. Otro ejemplo, típicamente latinoamericano, es la existencia del Partido liberal Mexicano, el cual pocos años después de su fundación adopto una ideología que, sin ninguna duda, era anarquista (por obra, sobre todo, de Ricardo Flores Magon) y que, sin embargo, conservo su nombre y siguió presentándose como partido político (lo que le valió duras criticas de algunos ortodoxos europeos como Jean Grave). Vale acotar aquí la referencia al extenso ensayo de Cappelletti sobre la vida y obra de Flores Magon, publicado por entregas entre fines de 1995 y comienzos de 1996 en el periódico anarcosindicalista hispano CNT, que estimamos como lectura valiosa para conocer en profundidad la trascendencia del gran revolucionario mexicano.
Como movimiento de acción colectiva y si se exceptúa el caso singular del liberalismo magonista mexicano, Cappelletti afirmaba que en America Latina el anarquismo historico fue casi siempre anarcosindicalismo y estuvo esencialmente vinculado a organizaciones obreras y campesinas. Hubo, sin duda, algunos anarcoindividualistas en Argentina, Uruguay, Panamá, etc., y también algunos anarco-comunistas enemigos de la organizacion sindical (en Buenos Aires, durante las décadas de 1880 y 1890), pero la inmensa mayoría de los anarquistas partidarios de un sindicalismo revolucionario y antipolítico (no, como suele decirse equivocamente, a-político).
Por otra parte, el anarquismo presenta también algunos rasgos diferenciales en los distintos países de America Latina, y de ello Cappelletti hizo una magistral síntesis en su trabajo. Así, nos enteramos que en Argentina ha sido, con la FORA, más radical, hasta el punto de ser considerado extremista por la CNT española. En Uruguay ha sido mas pacifico, tal vez porque menos perseguido (excepto durante la ultima dictadura de las décadas de 1970 y 1980). En México ha tenido significación en el gobierno, no solo por la participación del magonismo en la revolución contra Porfirio Díaz, sino también porque la Casa del Obrero Mundial y sus "batallones rojos" se aliaron con Carranza, y porque luego los dirigentes de la CGT polemizaron con el propio presidente Obregon. En Brasil, por el contrario, estuvo siempre al margen de toda instancia estatal, y la republica militar-oligárquica nunca lo tomo en cuenta sino para perseguir, desterrar o asesinar a sus militantes.
Fenómeno típico de ciertos países latinoamericanos, entre 1918 y 1923, fue el anarco-bolchevismo. En Argentina, Uruguay, Brasil y México sobretodo, al producirse en Rusia la revolución bolchevique, muchos anarquistas se declararon partidarios de Lenin y anunciaron su incondicional apoyo al gobierno soviético, pero no por eso dejaron de considerarse anarquistas. Esta corriente desapareció con la muerte de Lenin, pues quienes decidieron seguir a Stalin ya no se atrevían sin duda a llamarse "anarquistas". Digamos de pasada que un reflejo de estas concepciones lo tuvimos en Venezuela con Pío Tamayo, el esforzado luchador anti-dictatorial muerto en 1936, quien a partir de 1928 instruía a sus jóvenes compañeros de infortunio en las prisiones de Juan Vicente Gómez acerca de "el socialismo de Marx y Bakunin".
Con su sapiencia y juicio preciso característicos, Cappelletti nos ilustra sobre como "en todos los países del área el anarquismo produjo, además de vasta propaganda periodística y copiosa bibliografía ideológica, muchos poetas y escritores que, con frecuencia, fueron figuras de primera línea en las respectivas literaturas nacionales. No en todas partes, sin embargo, fueron igualmente numerosos y significativos. En Argentina y Uruguay puede decirse que la mayoría de los escritores que publicaron entre 1890 y 1920 fueron, en algún momento y medida, anarquistas. En Brasil y Chile, hubo asimismo, durante ese periodo, no pocos literatos ácratas, aunque no tantos como en el Río de la Plata. En Colombia, Venezuela, Costa Rica, etc., si bien no floreció una literatura propiamente anarquista, la influencia de la ideología libertaria se dio más entre literatos y poetas que en el movimiento obrero. Es importante, hacer notar, sin embargo, que aun allí donde literatura y anarquismo fueron casi sinónimos, como en el Río de la Plata (en el periodo mencionado), los intelectuales anarquistas nunca desempeñaron el papel de elite o vanguardia revolucionaria y nunca tuvieron nada que ver con la universidad y con la cultura oficial. En esto el anarquismo se diferencia profundamente del marxismo."
No rehúyo Cappelletti un problema de capital importancia en la temática que examino: la decadencia del anarquismo historico latinoamericano (que no trajo, como el mismo autor afirma, la total desaparición de ideas y actividades libertarias en nuestro ámbito durante el lapso posterior). Atribuía ese hecho en lo inmediato a tres causas historico-políticas: 1) Una serie de golpes de Estado, mas o menos fascistoides, que se producen alrededor de 1930 (Uriburu en Argentina, Vargas en Brasil, Terra en Uruguay, etc.); todos caracterizados por una represión general contra el movimiento obrero, los grupos de izquierda y los anarquistas en especial. En ciertos casos (Argentina) llegan a desarticular enteramente la estructura organizativa y propagandística de las federaciones obreras anarcosindicalistas. 2) La fundación de los partidos comunistas. El apoyo de la Unión Soviética y de los partidos afines europeos les confiere una fuerza material de la que carecen las organizaciones anarquistas, sin más recursos para su sostenimiento que las cotizaciones de sus propios militantes. En algunos países mas (Brasil), en otros menos (Argentina), hay anarquistas que se pasan al partido comunista. 3) La aparición de corrientes nacionalistas-populistas (más o menos vinculadas con las fuerzas armadas e inclusive, a veces, con los promotores de golpes fascistoides).
Al analizar dichas circunstancias, Cappelletti explica como la particular situación de dependencia en que se encuentran los países latinoamericanos ante el imperialismo europeo y, sobre todo, norteamericano, deriva la lucha de clases hacia las llamadas luchas de "liberacion nacional". Los trabajadores visualizan la explotación de que son objeto como imposición de potencias extranjeras. La burguesía (nacional y extranjera) vinculada a ciertos sectores del ejército y la iglesia católica, los convence de que el enemigo no es ya el Capital y el Estado, sino solo el Capital y el Estado extranjeros. Esta conviccion (hábilmente inducida) es la causa principal de la decadencia del anarquismo historico latinoamericano. Todo lo demás es secundario, inclusive las dificultades intrínsecas que se supone afectan a una organizacion anarquista en el mundo actual (tal como serian la necesidad de hacer funcionar sindicatos sin burocracia y la real o aparente inviabilidad de sus propuestas concretas). No obstante, Cappelletti siempre confío calmadamente en que la situación del socialismo libertario en el subcontinente se modificaría en un sentido positivo, lo cual empezó a vislumbrarse en los años posteriores a la redacción del Prologo (escrito hacia 1988); de ello tuvo exacta conciencia y, al respecto, no podemos dejar de mencionar un hecho que para el fue sintomático: al llegar a Venezuela en 1968, encontró que acá el ideal anarquista era asunto de exiliados veteranos, mayormente ibéricos; al irse en 1994 se despedía de un pequeño pero creciente movimiento acrata, integrado esencialmente por gente joven nacida y activa en diversas zonas del país.
Tanto el Prologo como la Selección de Textos del libro que comentamos hacen referencia central al periodo entre fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX. De hecho, la Cronología que Cappelletti preparo para este volumen va de 1861 a 1940, pues dentro de ese lapso el anarcosindicalismo como movimiento social y el pensamiento acrata como referencia cultural alcanzaron innegable relevancia en Latinoamérica, siendo merito básico de la obra describir esa realidad para cada país del área, en toda una multiplicidad de expresiones y vínculos que son apenas conocidos para la nueva generación que hoy procura impulsar el renacimiento libertario entre el Río Grande y la Tierra del Fuego. Por eso, y hablando desde la posición de quienes ansiamos y buscamos ese resurgir acrata, tiene que ser para nosotros tarea inaplazable la recuperación consciente de esa memoria inexplorada y anchurosa, no en plan de sentimentalismo nostálgico ni de consagrar otra mitología histórica para afrontar dogmas liberales o marxistas, pues se trata de rescatar el significado vivo que ese pasado tan fértil tiene para el presente y futuro de las luchas sociales en el continente. Es en tal ánimo que proponemos leer y debatir EL ANARQUISMO EN AMERICA LATINA entre quienes aspiramos a edificar junto a nuestros pueblos caminos de libertad e igualdad, y ese seria el homenaje más consecuente a la memoria de Ángel Cappelletti.
Obra reseñada: EL ANARQUISMO EN AMERICA LATINA (Prologo y cronología: Ángel J. Cappelletti; selección y notas: Carlos M. Rama y A. Cappelletti), Caracas, Biblioteca Ayacucho, 1990. Prologo: CCXVIII paginas. Selección de Textos, Cronología e Índice: 490 pags.
lunes, 20 de abril de 2009
Texto íntegro del discurso de Ortega el viernes en la Cumbre
Querido Primer Ministro de Trinidad y Tobago, Patrick Manning, estimadas Jefas y Jefes de Estados y de Gobiernos que participan.
Yo he tenido la oportunidad de encontrarme en tres ocasiones con Presidentes norteamericanos: con el Presidente Reagan en plena guerra de agresión, cuando, ante esa guerra, Nicaragua recurrió a la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
Y fue precisamente en el mes de abril, un 9 de abril, que Nicaragua presentó su demanda en contra de la política de guerra, de la política terrorista que venía desarrollando el Presidente Ronald Reagan en nombre de los Estados Unidos, aún cuando sabíamos que en el pueblo norte-americano, grandes mayorías condenaban esa guerra y que en el Congreso norteamericano, también, una mayoría de Congresistas, finalmente, logró establecer algunas limitaciones a la guerra que lanzaba contra Nicaragua. Nuestro delito... habernos liberado de la tiranía de Anastasio Somoza, impuesta por la intervención de las tropas yanquis en Nicaragua.
Nicaragua, Centro América, se ha visto sacudida desde el siglo antepasado por lo que han sido las políticas expansionistas, políticas de guerra, que nos llevaron, incluso, allá por los años 1855, 1856, a unirnos los centroamericanos, unirnos con los costarricenses, con los hondureños, los guatemaltecos, los salvadoreños, unirnos todos para poder derrotar la política expansionista. Luego, fueron las intervenciones, que se prolongaron desde el año 1912 hasta el año 1932, y que dejó como resultado, la imposición de la tiranía de los Somoza, armada, financiada, defendida por los gobernantes norteamericanos.
Les decía que tuve la oportunidad de encontrarme con el Presidente Reagan, en plena guerra, nos dimos la mano, y le pedí que cesara la guerra contra Nicaragua. Tuve la oportunidad de encontrarme con el Presidente Carter y, cuando el Presidente Carter me decía que ahora que había salido la tiranía de los Somoza y el pueblo nicaragüense había derribado la dictadura de los Somoza era la hora, me decía, que Nicaragua cambie.
Yo le dije: ¡no! Nicaragua no tiene que cambiar, los que tienen que cambiar son ustedes Presidente, porque Nicaragua nunca ha invadido a los Estados Unidos, Nicaragua nunca ha minado los puertos de los Estados Unidos, Nicaragua no ha lanzado un sola piedra en contra de la nación norteamericana, Nicaragua no ha impuesto Gobiernos en los Estados Unidos; por lo tanto, le dije, Presidente Carter son ustedes los que tienen que cambiar, no los nicaragüenses.
En plena guerra todavía, tuve la oportunidad de encontrarme con quien recién había asumido la Presidencia de los Estados Unidos y hasta entonces era el Vicepresidente de los Estados Unidos, George Bush padre; esto obedeció a un encuentro en Costa Rica, creo que fue el año 89 ¿verdad, Presidente Arias? Yo me fui Hugo, a esa reunión, con mi traje de Comandante guerrillero, de Comandante de la Revolución, nuestra identidad en esos momentos de lucha y, había mucha expectativa.
Recuerdo que cuando nos sentamos, quedamos frente a frente el Presidente Bush y yo, comentamos, él lo comentó, y aquí está el Presidente Oscar Arias que lo recordará, él comentó: "aquí ha venido la prensa porque quieren vernos pelear al Presidente de los Estados Unidos y al Presidente de Nicaragua." Hicimos el esfuerzo de no darle gusto a la prensa, pero al final de la reunión se hizo imposible mantener esa buena voluntad, y se dieron conferencias en las que cruzábamos posiciones. Nicaragua seguía sometida todavía a la guerra impuesta por los Estados Unidos.
Esa guerra que, además, como les decía, ante la demanda que Nicaragua presentó ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, la Corte falló y dictó sentencia, y dijo la Corte con toda claridad: que Estados Unidos debía detener todas sus acciones militares, minados de los puertos, el financiamiento de la guerra; que debía de indicar en qué lugar estaban las minas que habían colocado y que se negaban a dar esa información. Así lo establecía en su resolución la Corte, en un fallo histórico; donde además, mandaba al Gobierno de los Estados Unidos, a indemnizar a Nicaragua, también por el bloqueo económico-comercial que le habían impuesto a Nicaragua. Allí está la sentencia.
Es la fecha, y no ha sido cumplida por los gobernantes norteamericanos. Los nicaragüenses tenemos la esperanza que llegará el momento en que podremos abordar este tema, con gobernantes norteamericanos, verdaderamente respetuosos del derecho internacional, del derecho de los pueblos.
Hoy, recién entrando a la sala donde se reunían los Presidentes, tuve la oportunidad de estrecharle la mano al Presidente Barack Obama; nos saludamos, respondió en español, y entonces yo le dije unas palabritas en inglés, ¡y bueno...!
Es el cuarto Presidente norteamericano con el cual me encuentro, ahora, en condiciones en las que en la Región centroamericana se ha logrado poner fin a la guerra, pero, en donde, la pobreza, la miseria, el desempleo, las asimetrías en nuestros mismos pueblos y en las relaciones de nuestros pueblos con los pueblos latino-americanos, ya no digamos con las potencias económicas que dominan el capitalismo global, ahí las asimetrías son mucho más profundas y lógicamente, han habido muchas palabras, pero han habido pocos hechos, como para que se hagan esfuerzos que permitan que nuestros pueblos salgan de la pobreza, de la miseria, del analfabetismo.
Las luchas que estamos librando en Nicaragua, en Centro América y en América Latina para liberar a nuestros pueblos del analfabetismo, son luchas que las estamos librando con la solidaridad incondicional, generosa, del hermano pueblo de Cuba, de Fidel; Fidel, que fue el que promovió esos procesos solidarios de alfabetización y, su Presidente Raúl Castro que le ha dado continuidad a estos programas, abiertos para todos los pueblos latinoamericanos y caribeños.
Y luego, se ha incorporado, con un espíritu generoso, el pueblo bolivariano, el pueblo de Venezuela, con su Presidente Hugo Chávez Frías. Yo diría que estamos librando esas batallas con las uñas y, claro que con una disposición solidaria y generosa, de pueblos como el venezolano y el cubano, ¡solidaridad y coopera-ción incondicional!
Esta Cumbre, que me niego a llamarla Cumbre de Las Américas... sí, aquí estamos presentes una gran mayoría de los Presidentes, Jefes de Gobierno de América Latina y El Caribe, está participando el Presidente de los Estados Unidos, el Primer Ministro de Canadá, pero, aquí hay dos grandes ausentes: uno, Cuba. Cuba, cuyo delito ha sido luchar por la independencia, por la soberanía de los pueblos; Cuba, cuyo delito ha sido prestar solidaridad, sin condiciones, a nuestros pueblos. Y por eso se le sanciona, por eso se le castiga, por eso se le excluye; y por eso, yo no me siento cómodo en esta Cumbre, ¡no puedo sentirme cómodo en esta Cumbre! Siento vergüenza de estar participando en esta Cumbre, con la ausencia de Cuba.
Otro pueblo que no está aquí presente, porque a diferencia de Cuba, una nación independiente, solidaria, ese otro pueblo está sometido todavía a las políticas colonialistas... me refiero al hermano pueblo de Puerto Rico. Llegará el día en que los pueblos latinoamericanos y caribeños, como ya está aconteciendo, donde ya se ha incorporado Cuba en el Grupo de Río, donde estamos trabajando para construir una gran alianza, una gran unidad de los pueblos latino-americanos y caribeños, llegará el día en que ahí también, en esa gran alianza, estará el pueblo de Puerto Rico. Tengo la convicción, tengo la seguridad, que ese día llegará.
Como también tengo la convicción, que así como los Estados Unidos, cuando todavía en la década de los 50 hacia los 60, la discriminación racial estaba institucionalizada, era parte del modo de vida norteamericano, era parte de la democracia norteamericana. Los negros no podían entrar en los restaurantes de los blancos, en los bares de los blancos; los niños, hijos de familias negras, no podían ir a las escuelas donde estudiaban niños blancos.
Y para poder romper ese muro, el muro de la discriminación racial, fue necesario y eso lo sabe mejor que nosotros mismos, el Presidente Obama, fue necesario luchar contra algo que, cuando se inició esa lucha, cuando la fue encabezando Martín Luther King y decía "Yo tengo un sueño," seguramente parecía para algunos un sueño que no iba a ser posible realizar. Pero se hizo realidad, y el muro de la discriminación racial cayó, se desplomó en los Estados Unidos de Norteamérica, gracias a la lucha de ese pueblo.
Estoy convencido de igual manera, que el muro que se levanta en las fronteras de los Estados Unidos de Norteamérica y México, para impedir que hermanos mexicanos, hermanos centroamericanos, hermanos latinoamericanos puedan viajar libre-mente a los Estados Unidos, estoy seguro, estoy convencido, que ese muro se va a desplomar, ese muro va a caer.
Esta reunión, este encuentro se realiza, precisamente, el día en que se inició la invasión a Cuba, allá por el año 1961. Conversando con el Presidente de Cuba, Raúl Castro, un día de estos, estábamos hablando de cómo la Cumbre iba a coincidir con la invasión y, me daba algunos datos Raúl, y le dije, anotame los datos, que los quiero mencionar en la Cumbre.
Me los anotó aquí, de puño y letra, me puso: "Daniel, el Presidente Obama nació el 4 de agosto de 1961, tenía 3 meses y medio, cuando se logra la victoria en Playa Girón el 19 de abril de ese año, evidentemente, no tiene responsabilidad en ese hecho histórico. 15 de abril, los bombardeos, 16 se proclama el Socialismo por Fidel en el entierro de las víctimas, 17 comienza la invasión, 18 continúan los combates y el 19, la victoria, antes de las 72 horas. Raúl."
Esperamos que eso sea ya historia, queremos creer que eso sea ya historia. Porque tenemos culturas con sus propias características, que cuando converso en ocasiones con representantes, con congresistas norteamericanos, y empiezo hablar de todo esto, me dicen, eso es historia. Pero es que no puede ser historia para nosotros, cuando todavía, en el año 2002, también en el mes de abril, el 11 de abril, se produce un Golpe de Estado con la intención de asesinar a un Presidente electo, en la República Bolivariana de Venezuela.
El Presidente Hugo Chávez fue capturado, y estaba la orden de asesinarlo; y en esos momentos, cuando surge el gobierno fantoche, el Gobierno norteamericano, a través de su vocero, ¡reconoce a los golpistas y le da la razón a los golpistas! Entonces, razón tenemos para decir que eso no es historia, cuando hace apenas 7 años se produjeron esos hechos violentos en contra de la institucio-nalidad de un pueblo, de una nación progresista, solidaria, revolucionaria.
Quiero detenerme un poco ahora, resumiendo, porque pienso que el tiempo que me estoy tomando es mucho menor que el tiempo que me tuve que tomar, esperando en el Aeropuerto, 3 horas esperando en el Aeropuerto dentro del avión, había una fila de aviones, tanta la afluencia de los aviones que venían con las delegaciones, que tuve que esperar tres horas.
Aquí, en estas cumbres, venimos a ejercer en primer lugar, la libertad de expresión ¡todos! La libertad de expresión tiene que ser para el grande y para el pequeño, para todos la libertad de expresión, y que del intercambio, de la comunicación, podamos encontrar soluciones a los grandes problemas que están afectando en estos momentos a la Humanidad.
En el SICA participamos Belice, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, El Salvador y República Dominicana como asociado; el área territorial es de 568 mil 988 kilómetros cuadrados, de todos los países miembros del SICA; la población suma un poco más de 41.7 millones de habitantes. De Centroamérica, en los Estados Unidos de Norteamérica, hay más de 5 millones y medio de inmigrantes; de ellos, 320 mil ciuda-danos centroamericanos están bajo el status de protección temporal, TPS. Y ¿cuál sería la solución al problema de la migración? Los Presidentes centroamericanos planteamos solucio-nes temporales, que se les entregue los TPS a todos los emigrantes que están en los Estados Unidos, pero eso no resuelve el problema, porque las causas de la inmigración están en el subdesarrollo, en la pobreza que viven los pueblos centroamericanos, los pueblos del SICA.
La única manera de detener ese flujo de emigrantes hacia los Estados Unidos, no es levantando muros, no es reforzando la vigilancia militar en las fronteras, no es promoviendo vigilancias conjuntas en las fronteras, políticas represivas en nuestros respectivos países para que no se permita el paso hacia los Estados Unidos. La única manera de frenar la emigración hacia los Estados Unidos, esa emigración que ya resulta una carga, porque Estados Unidos necesita de la mano de obra centroamericana, indiscuti-blemente, como necesita de la mano de obra mexicana, pero, cuando ya esa mano de obra va más allá de las demandas de la economía norte-americana, entonces vienen las políticas represivas.
Y es ahí donde, la única manera de detener la emigración, es aportando fondos sin condiciones políticas, aportando fondos sin las condiciona-lidades del Fondo Monetario Internacional, aportando esos fondos a los países centro-americanos; que además, tenemos la ingrata tarea de estarle cuidando las fronteras a los Estados Unidos, por el consumo de la droga. Hay un gran consumidor, eso estimula la producción, estimula el procesamiento, estimula el comercio, es decir, el narcotráfico, que va convirtiendo a nuestros países, en países expuestos a la descomposición y desintegración total.
Sólo en Nicaragua, el año pasado, la Policía Nacional incautó más de 370 toneladas de coca; eso, a precio de mercado en los Estados Unidos, seguramente suma más de mil millones de dólares, ya cuando se distribuye en los Estados Unidos. Y ¿cuánto le aportan los Estados Unidos a Nicaragua por cuidarle sus fronteras? Le aportan, un millón 200 mil dólares.
Son inversiones que tiene que hacer los Estados Unidos en la Región, para contribuir a detener el narcotráfico, no hacerlo vinculante con condi-cionalidades políticas ninguna, y para evitar la emigración hacia los Estados Unidos. Fondos para el desarrollo es lo que más necesitan nuestros pueblos.
En estos momentos, los centroamericanos estamos sufriendo el impacto de la crisis financiera, que se está manifestando en una caída en las exportaciones, incluyendo Zonas Francas, del menos 5.97%, casi 6%, sólo en este primer trimestre del año 2009; las remesas familiares, en menos del 5%; en las inversiones, en menos del 16.6%. Es decir, la Región demanda por lo tanto, hoy más que nunca, de recursos para el desarrollo; demanda de recursos para que se puedan recuperar, por lo menos, los índices de crecimiento que estaban establecidos hasta el año pasado, que andaban en el 3.5% y 4.5%; ahora, el decrecimiento promedio anda por lo menos en menos 1.5%. La pérdida de divisas en estos momentos, en los países de la Región centroamericana repre-senta 4 mil 983.6 millones de dólares, es decir, 5.38%.
Desde hace 30 años, la mayoría de los países desarrollados se comprometieron a aportar el 0.7% del PIB para el financiamiento del desarrollo, pero hasta la fecha no han cumplido, muy pocos han cumplido. Ahora, hablan de incorporar, a través del Fondo Monetario 750 mil millones ¡difícil creerlo! Aquí, como dice Santo Tomás, hasta no ver, no creer.
Pero es que además, los fondos deben colocarse en organismos regionales como el BCIE, como el mismo BID, donde las condicionalidades no se convierten en una trampa mortal para nuestros pueblos, porque las condicionalidades que establece el Fondo, como instrumento de la política de la dictadura del capitalismo global, porque yo insisto, nosotros vivimos bajo una dictadura del capitalismo global.
Esto nos obliga por lo tanto, a los países centroamericanos, a los países más pobres, a insistir en que para aportar estos recursos, así como en los países desarrollados han encontrado los mecanismos para facilitar bolsas de millones, de billones, de trillones de dólares a los banqueros, a las empresas transnacionales que están en crisis, a ellas no las hacen pasar por el Fondo Monetario Internacional. Por lo tanto, aquí se necesita una respuesta rápida, expedita, que no pase por las tortuosidades, las limita-ciones e imposiciones que establece el Fondo Monetario Internacional.
Los líderes del G-20 declararon que la crisis global requiere de una solución global, pero, para la solución global no toman en cuenta a los países en desarrollo... ¡esa es una realidad! Se reúnen ellos. Y por eso es que es importante, acudir al llamado de la reunión que se va a realizar del 1º al 3 de junio en Naciones Unidas, que podamos acudir los Presidentes a esa reunión y que, en lugar de que sea el G-20 el que esté debatiendo el futuro de la Humanidad por una crisis provocada por ellos mismos, por políticas económicas que han sido cuestionadas por nuestros países, y de las que han sido víctimas nuestros países.
O sea, no es justo, no es equitativo, no es ético, no es moral, que sea el G-20 el que siga tomando las grandes decisiones, el que siga decidiendo la suerte de nuestros pueblos; por lo tanto, llegó la hora de que sea el G-192, es decir, todos en Naciones Unidas, todos a discutir, todos a debatir, todos a aportar para la solución a la crisis.
Nadie mejor que los países centroamericanos, los que estamos en programas con el Fondo... Nicaragua está en programas con el Fondo, ya van dos años y todavía no termina de firmarse, siguen las discusiones, siguen las negociaciones; los que estamos en negociaciones con el Fondo, como los que han tenido negociaciones con el Fondo, saben perfectamente lo que ha significado el Fondo. Cómo ha sacrificado programas sociales, cómo ha sacrificado programas agrícolas, programas productivos, simplemente para sacar los recursos y pagar la deuda, la deuda impuesta por las normas establecidas por el capitalismo global.
El modelo capitalista, incorporando todos los elementos de la ciencia y de la tecnología, no ha sido más que un instrumento para establecer y desarrollar desde las metrópolis, políticas colonialistas, neocolonialistas e imperialistas, hasta llegar a la globalización, que es un modelo concentrador de la riqueza y multiplicador de la pobreza.
El Mahatma Ghandi, en aquella lucha heroica que libró por la independencia de la India frente a Inglaterra, decía: "Inglaterra ha utilizado un cuarto de los recursos del Planeta para llegar a su actual estado de desarrollo, ¿cuántos recursos necesitará la India para llegar al mismo desarrollo?"
En este Siglo XXI y desde finales del Siglo XX, ya no era sólo Inglaterra, sino que todos los países capitalistas desarrollados, estableciendo su hegemonía a costa de la destrucción del Planeta y de la especie humana, y arrastrando e imponiendo los valores consumistas de su modelo y la reproducción de la concentración de la riqueza y multiplicación de la pobreza, a la gran mayoría de los países en desarrollo.
Por lo tanto, la única manera de salvar al Planeta y con ello, el desarrollo sostenible de la Humanidad, será posible en la medida que se establezcan las bases de un Nuevo Orden Econó-mico Internacional, de un Nuevo Modelo Económico Social, Político, un Nuevo Orden Económico que sea verdaderamente justo, solidario y demo-crático.
Quiero concluir mis palabras, explicándoles que en el proyecto que se conoce como Petrocaribe y el ALBA, en Petrocaribe están casi todos los países del Caribe, pero también estamos algunos países centroamericanos; países del SICA estamos en Petrocaribe, está Belice, Guatemala, Honduras, República Dominicana, Nicaragua, Panamá ha pedido su inclusión en Petrocaribe. Es decir, estamos casi todos los países del SICA en Petrocaribe, que a la vez, es parte de lo que se conoce como la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América.
Y hemos tenido una reunión, en vísperas de esta Cumbre, aquí mismo, a 30 minutos de Puerto España, en Cumaná; y en esa reunión, esta mañana, antes de partir a este encuentro, no voy a leer todo el documento, simplemente voy a subrayar algunos puntos, declaramos lo siguiente:
"Los Jefes de Estado y de Gobierno de Bolivia, Cuba, Dominicana, Honduras, Nicaragua y Vene-zuela, países miembros del ALBA, consideramos que el proyecto de Declaración de la V Cumbre de las Américas, es insuficiente e inaceptable por las siguientes razones:
* No da respuesta al tema de la crisis económica global, a pesar de que esta constituye el más grande desafío al cual la Humanidad haya hecho frente, en décadas.
* Excluye injustificadamente a Cuba, sin hacer mención al consenso general que existe en la región para condenar el bloqueo y los intentos de aislamiento, de los cuales su pueblo y su Gobierno han sido incesantemente objeto, de manera criminal.
* El capitalismo está acabando con la Humanidad y el Planeta. Lo que estamos viviendo es una crisis económica global de carácter sistémico y estructural y no una crisis cíclica más.
* El capitalismo ha provocado la crisis ecológica, por someter las condiciones necesarias para la vida en el Planeta, al predominio del mercado y la ganancia.
* La crisis económica global, la del cambio climático, la alimentaria y la energética, son productos de la decadencia del capitalismo que amenaza con acabar con la propia existencia de la vida y el Planeta.
* Para evitar este desenlace, es necesario desarrollar un modelo alternativo al sistema capitalista, un sistema de solidaridad y complementariedad y no de competencia; un sistema de armonía con nuestra Madre Tierra y no de saqueo de los Recursos Naturales; un sistema de diversidad cultural y no de aplastamiento de cultura e imposición de valores culturales y estilos de vida, ajenos a las realidades de nuestros países; un sistema de paz basado en la Justicia Social y no en políticas y guerras imperialistas.
En síntesis, un sistema que recupere la condición Humana de nuestras sociedades y pueblos, y no los reduzca a ser simples consumidores o mercancías."
Estos son los puntos fundamentales que yo quería destacar de esta declaración, donde, ya concluyendo decimos:
"Queremos un mundo donde todos los países, grandes y pequeños, tengamos los mismos derechos y donde no existan imperios; abogamos por la no intervención, fortalecer como único canal legítimo para la discusión y análisis de las agendas bilaterales y multilaterales del continente, la base del respeto mutuo entre los Estados y los Gobiernos, bajo el principio de la No Injerencia de un Estado sobre otro, y la Inviolabilidad de la Soberanía y la Autodeter-minación de los Pueblos.
Respecto al bloqueo de Estados Unidos contra Cuba y la exclusión de este país de la Cumbre de las Américas, los países de la Alternativa Boliva-riana para los Pueblos de Nuestra América, reiteramos la declaración que todos los países de América Latina y El Caribe adoptaron el pasado 16 de diciembre del 2008, sobre la necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el Gobierno de los Estados Unidos de América a Cuba, incluida la aplicación de la llamada Ley Helms-Burton, de todos ampliamente conocida."
Finalmente, expresamos que estamos firmemente convencidos de que el cambio, en el que todo el mundo tiene esperanza, porque todos queremos cambio ¡claro que todos queremos cambio! ¿Pero qué cambio queremos los países en vías de desarrollo? ¿Qué cambio queremos los países más empobrecidos de América Latina y El Caribe, Haití, Bolivia, Honduras, Guyana y Nicaragua?
Somos los cinco países más empobrecidos de América Latina y El Caribe, y hemos estado en nuestros países, en mi país Nicaragua, los Gobiernos que me antecedieron... ¡cumplieron al pie de la letra con las normas de la política neoliberal! Aplicaron esas normas desde el año 1990 cuando el Frente Sandinista deja el Gobierno, hasta el 10 de enero del año 2007, cuando el Frente Sandinista retorna al Gobierno, las aplicaron durante 16 años.
Y no voy a abundar en datos, solamente en uno: cuando triunfó la Revolución en Nicaragua en 1979, las tiranías y Gobiernos que habían sido impuestos y sostenidos por los gobernantes norte-americanos en Nicaragua, los demócratas, que se autodenominaban demócratas, dejaron a Nicaragua con un 60% de analfabetismo; cuando triunfa la Revolución nos encontramos con un 60% de analfabetismo.
Nuestra primera gran batalla fue acabar con el analfabetismo, y nos fuimos a esa gran batalla y, logramos reducir el analfabetismo al 11.5%, 12%. No pudimos ir más allá porque se nos impuso una política de guerra por parte de la Administración Reagan. Entregamos el Gobierno en 1990, con el país en 12.5% de analfabetismo, recibimos el país, en el mes de enero del año 2007, con el 35% de analfabetismo. Estos, no son datos que inventa el Gobierno, son datos trabajados por los organismos especializados en temas de educación y cultura.
Ese es el resultado del neoliberalismo que se le aplicó a Nicaragua, de las privatizaciones que se le aplicaron a Nicaragua; porque se privatizó la salud, se privatizó la educación, se excluyó a los pobres... ¡claro! pero, para otros, el cambio fue bueno porque se enriquecieron, se concentró el capital.
Por eso decía que queremos cambios, pero que tenemos que ponernos de acuerdos qué tipo de cambio queremos. ¿Queremos cambios para mantener el status quo? ¿Queremos cambios para que se insista, como están tratando de hacerlo, de salvar un modelo que ha demostrado que es muy exitoso para acumular riqueza? Muy exitoso para expandir la pobreza; en eso es exitoso el modelo, gran concentrador de la riqueza, y gran multiplicador de la miseria y de la pobreza... ¡es el modelo!
Es un problema de orden ético, es un problema ya de orden moral, en el que descansa el futuro, no solamente de los países en vías de desarrollo, no solamente de los países más empobrecidos como los 5 países que he mencionado aquí en América Latina y El Caribe, que no tenemos mucho que perder, más que las cadenas; sino también, si no hay un cambio de ética, si no hay un cambio de moral, si no hay un cambio de valores en el desarrollo de la Humanidad, que nos permita ser realmente sostenibles, la destrucción que provoca en la especie humana y la destrucción que provoca este modelo en la Naturaleza y el Medio Ambiente, son más que evidentes.
Ya no es un asunto de ideología, no es un asunto político, ¡es un asunto de sobrevivencia! Pero si se empeñan en mantener el modelo, si se empeñan en buscar cómo ponerle parches al modelo, para que siga succionando al Planeta entero, entonces el futuro será el fin de la especie humana en nuestro Planeta ¡y ahí nos vamos todos! desde los G-20 hasta los G-5, que somos los más empobrecidos de América Latina y El Caribe, nos vamos todos.
Por lo tanto, pienso que esta crisis que hoy está afectando al mundo y que está llevando a discusiones, a debates, a búsqueda de soluciones, debemos asumirla tomando en cuenta que ya no es posible, ya no es sostenible el actual modelo de desarrollo. Continuar con el actual modelo de desarrollo es seguir cavando la tumba donde nos vamos a ir todos.
La única forma de salvarnos todos, es cambiar el modelo y ahí, las razones son, como les decía, fundamentalmente éticas, morales, de valores. Muchas gracias.
Documento de los países del Alba para la V Cumbre de las Américas
17 Abr. ABN.- Los países que integran la Alternativa Bolivariana para los pueblos de nuestra América (Alba) consideran inaceptable el documento final de la Cumbre de Las Américas y piden un debate a fondo sobre la respuesta que debe darse a la crisis financiera internacional.
Por esta razón, acordaron una declaración conjunta, la cual llevarán a la V Cumbre de las Américas, y que expresa textualmente lo siguiente:
Documento de los países de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba) para la V Cumbre de las Américas
Cumaná, 17 de abril de 2009
Los Jefes de Estado y de Gobierno de Bolivia, Cuba, Dominica, Honduras, Nicaragua y Venezuela, países miembros del ALBA, consideramos que el proyecto de Declaración de la V Cumbre de las Américas es insuficiente e inaceptable por las siguientes razones:
- No da respuestas al tema de la Crisis Económica Global, a pesar de que ésta constituye el más grande desafío al cual la humanidad haya hecho frente en décadas y la más seria amenaza de la época actual para el bienestar de nuestros pueblos.
- Excluye injustificadamente a Cuba, sin hacer mención al consenso general que existe en la región para condenar el bloqueo y los intentos de aislamiento de los cuales su pueblo y su gobierno han sido incesantemente objeto, de manera criminal.
Por tal motivo, los países miembros del Alba consideramos que no hay consenso para adoptar este proyecto de declaración y en función de lo planteado, proponemos sostener un debate a fondo sobre los siguientes temas:
1) El capitalismo está acabando con la humanidad y el planeta. Lo que estamos viviendo es una crisis económica global de carácter sistémico y estructural y no una crisis cíclica más. Están muy equivocados quienes piensan que con una inyección de dinero fiscal y con algunas medidas regulatorias se resolverá esta crisis.
El sistema financiero está en crisis porque cotiza valores en papeles por seis veces el valor real de los bienes y servicios que se producen en el mundo. Esta no es una “falla de la regulación del sistema” sino que es parte constitutiva del sistema capitalista que especula con todos los bienes y valores en pos de obtener la máxima ganancia posible. Hasta ahora, la crisis económica provoca 100 millones más de hambrientos y más de 50 millones de nuevos desempleados y estas cifras tienden a aumentar.
2) El capitalismo ha provocado la crisis ecológica por someter las condiciones necesarias para la vida en el planeta, al predominio del mercado y la ganancia. Cada año se consume un tercio más de lo que el planeta es capaz de regenerar. A este ritmo de derroche del sistema capitalista, vamos a necesitar dos planetas Tierra para el año 2030.
3) La crisis económica global, la del cambio climático, la alimentaria, y la energética son producto de la decadencia del capitalismo que amenaza con acabar con la propia existencia de la vida y el planeta. Para evitar este desenlace es necesario desarrollar un modelo alternativo al sistema capitalista. Un sistema de:
• Solidaridad y complementariedad y no de competencia;
• Un sistema de armonía con nuestra madre tierra y no de saqueo de los recursos naturales;
• Un sistema de diversidad cultural y no de aplastamiento de culturas e imposición de valores culturales y estilos de vida ajenos a las realidades de nuestros países;
• Un sistema de paz basado en la justicia social y no en políticas y guerras imperialistas;
• En síntesis, un sistema que recupere la condición humana de nuestras sociedades y pueblos y no los reduzca a ser simples consumidores o mercancías.
4) Como expresión concreta de la nueva realidad del continente, los países latinoamericanos y caribeños hemos comenzado a construir una institucionalidad propia, que hunde sus raíces en la historia común que se remonta a nuestra Revolución independentista, y constituye una herramienta concreta de profundización de los procesos de transformación social, económica y cultural que habrán de consolidar nuestra plena soberanía. El ALBA-TCP, Petrocaribe o la UNASUR, por solo citar los de más reciente creación, son mecanismos de unión solidaria creados al calor de estas transformaciones, con la intención manifiesta de potenciar el esfuerzo de nuestros Pueblos por alcanzar su propia liberación.
Para enfrentar los graves efectos de la crisis económica global, los países del ALBA-TCP hemos tomado medidas innovadoras y transformadoras, que buscan alternativas reales al deficiente orden económico internacional y no potenciar sus fracasadas instituciones. Así, hemos puesto en marcha un Sistema Único de Compensación Regional, el SUCRE, que incluye una Unidad de Cuenta Común, una Cámara de Compensación de Pagos y un Sistema Único de Reservas.
Igualmente, hemos impulsado la constitución de empresas grannacionales para satisfacer las necesidades fundamentales de nuestros pueblos, estableciendo mecanismos de comercio justo y complementario, que dejen a un lado la absurda lógica de la competencia desenfrenada.
5) Cuestionamos al G20 por triplicar los recursos del Fondo Monetario Internacional, cuando lo realmente necesario es establecer un nuevo orden económico mundial que incluya la transformación total del FMI, del Banco Mundial y de la OMC, que con sus condicionamientos neoliberales han contribuido a esta crisis económica global.
6) Las soluciones a la crisis económica global y la definición de una nueva arquitectura financiera internacional deben ser adoptadas con la participación de los 192 países que entre el 1 y el 3 de Junio nos reuniremos en la Conferencia sobre la crisis financiera internacional de las Naciones Unidas, para proponer la creación de un nuevo orden económico internacional.
7) En cuanto a la crisis del cambio climático, los países desarrollados tienen una deuda ecológica con el mundo ya que son responsables por el 70 % de las emisiones históricas de carbono acumuladas en la atmósfera desde 1750.
Los países desarrollados, deudores con la humanidad y el planeta, deben aportar recursos significativos a un fondo para que los países en vías de desarrollo puedan emprender un modelo de crecimiento que no repita los graves impactos de la industrialización capitalista.
8 ) Las soluciones a las crisis energética, alimentaria y del cambio climático tienen que ser integrales e interdependientes. No podemos resolver un problema creando otros en áreas fundamentales para la vida. Por ejemplo, generalizar el uso de agrocombustibles solo puede incidir negativamente en los precios de los alimentos y en la utilización de recursos esenciales como el agua, la tierra y los bosques.
9) Condenamos la discriminación de los migrantes en cualquiera de sus formas. La migración es un Derecho Humano, no un delito. Por tanto, demandamos una reforma urgente de las políticas migratorias del gobierno de los Estados Unidos, con el objetivo de detener las deportaciones y redadas masivas, permitir la reunificación de las familias, y reclamamos la eliminación del muro que nos separa y nos divide, en vez de unirnos.
En ese sentido, demandamos la abrogación de la Ley de Ajuste Cubano y la eliminación de la política de Pies Secos – Pies Mojados, de carácter discriminatorio y selectivo, y causantes de pérdidas de vidas humanas.
Los verdaderos culpables de la crisis financiera son los banqueros que se robaron el dinero y los recursos de nuestros países y no los trabajadores migrantes. Primero están los derechos humanos, y en particular los derechos humanos del sector más desprotegido y marginado de nuestra sociedad que son los migrantes sin papeles.
Para que haya integración tiene que haber libre circulación de las personas, y derechos humanos por igual para todos sin importar su estatus migratorio. El robo de cerebros constituye una forma de saqueo de recursos humanos calificados ejercido por los países ricos.
10) Los servicios básicos de educación, salud, agua, energía y telecomunicaciones tienen que ser declarados derechos humanos y no pueden ser objeto de negocio privado ni ser mercantilizados por la Organización Mundial del Comercio. Estos servicios son y deben ser esencialmente servicios públicos de acceso universal.
11) Queremos un mundo donde todos los países, grandes y pequeños, tengamos los mismos derechos y donde no existan imperios. Abogamos por la no intervención. Fortalecer, como único canal legítimo para la discusión y análisis de las agendas bilaterales y multilaterales del Continente, la base del respeto mutuo entre los Estados y los gobiernos, bajo el principio de la no injerencia de un Estado sobre otro y la inviolabilidad de la soberanía y la autodeterminación de los pueblos.
Demandamos al nuevo gobierno de los Estados Unidos, cuya llegada ha generado algunas expectativas en la región y en el mundo, que ponga fin a la larga y nefasta tradición de intervencionismo y agresión que ha caracterizado el accionar de los gobiernos de ese país a lo largo de la historia, especialmente recrudecido durante el gobierno de George W. Bush.
De la misma manera, que elimine prácticas intervencionistas como las operaciones encubiertas, diplomacias paralelas, guerras mediáticas para desestabilizar Estados y gobiernos, y el financiamiento a grupos desestabilizadores. Es fundamental construir un mundo donde se reconozca y respete la diversidad de enfoques económicos, políticos, sociales y culturales.
12) Respecto al bloqueo de Estados Unidos contra Cuba y la exclusión de este país de la Cumbre de las Américas, los países de la Alternativa Boliviariana para los Pueblos de Nuestra América reiteramos la Declaración que todos los países de América Latina y el Caribe adoptaron el pasado 16 de diciembre del 2008 sobre la necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de los Estados Unidos de América a Cuba, incluida la aplicación de la llamada ley Helms-Burton y que entre sus párrafos fundamentales señala:
“CONSIDERANDO las resoluciones aprobadas por la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la Necesidad de poner fin al Bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos contra Cuba, y las expresiones que sobre el mismo se han aprobado en numerosas reuniones internacionales,
“AFIRMAMOS que en la defensa del libre intercambio y de la práctica transparente del comercio internacional, resulta inaceptable la aplicación de medidas coercitivas unilaterales que afectan el bienestar de los pueblos y obstruyen los procesos de integración.
“RECHAZAMOS de la forma más enérgica la aplicación de leyes y medidas contrarias al Derecho Internacional como la Ley Helms-Burton y exhortamos al Gobierno de los Estados Unidos de América a que ponga fin a su aplicación.
“PEDIMOS al gobierno de Estados Unidos de América que cumpla con lo dispuesto en 17 resoluciones sucesivas aprobadas en la Asamblea General de las Naciones Unidas y ponga fin al bloqueo económico comercial y financiero que mantiene contra Cuba.”
Adicionalmente consideramos que han fracasado los intentos de imponer el aislamiento de Cuba, que hoy es parte integrante de la región de América Latina y el Caribe, miembro del Grupo de Río y de otras organizaciones y mecanismos regionales, que desarrolla una política de cooperación y solidaridad con los países de la región, que promueve la plena integración de los pueblos latinoamericanos y caribeños y, por tanto, que no existe razón alguna que justifique su exclusión del mecanismo de las Cumbres de las Américas.
13) Los países desarrollados han destinado no menos de 8 milllones de millones de dólares para rescatar la estructura financiera que se ha desplomado. Son los mismos que no cumplen con destinar pequeñas cifras para alcanzar las Metas del Milenio o el 0,7% del PIB para la Ayuda Oficial al Desarrollo. Nunca antes se había visto tan al desnudo la hipocresía del discurso de los países ricos. La cooperación debe establecerse sin condiciones y ajustarse a las agendas de los países receptores simplificando los trámites, haciendo accesibles los recursos y privilegiando los temas de inclusión social.
14) La legítima lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado, y cualquier otra manifestación de las llamadas “nuevas amenazas” no deben ser utilizadas como excusa para llevar a cabo actividades de injerencia e intervención en contra de nuestros países.
15) Estamos firmemente convencidos de que el cambio, en el que todo el mundo tiene esperanza, solo puede venir de la organización, movilización y unidad de nuestros pueblos.
Como bien afirmara El Libertador:
“La unidad de nuestros pueblos no es simple quimera de los hombres, sino inexorable decreto del destino”
Simón Bolívar.
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