miércoles, 8 de septiembre de 2010

Fidel Castro entrevistado por la Revista estadounidense The Atlantic


Fidel Castro pidió al presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, que “deje de difamar a los judíos”, en una entrevista publicado hoy en la Revista estadounidense The Atlantic.

Castro dijo que el Gobierno iraní debe entender las consecuencias de la teología antisemita “que empezó hace dos mil años”, dijo castro en una inusual entrevista concedida al periodista Jeffrey Goldberg.
“El desarme nuclear mundial simultáneo es, por supuesto, un objetivo digno“, aseguró

“Yo no creo que nadie haya sido más injuriado que los judíos. Diría que mucho más que los musulmanes“, agrega el ex mandatario Cubano, que según cuenta Goldberg a pesar de su delicado estado de salud su mente sigue siendo tan aguda como siempre, tiene un alto nivel de energía y no ha perdido su típico sentido del humor.

“Han sido mucho más calumniados que los musulmanes debido a que son culpados por todo, pero nadie culpa a los musulmanes por cualquier cosa“, agrega Castro, quien señala que Irán debe “entender que los judíos fueron expulsados de sus tierras, perseguidos y maltratados en todo el mundo como los que mataron a Dios”.

Castro señala que durante dos mil años los judíos “han sido sometidos a terribles persecuciones y a los pogromos. Uno podría haber pensado que habría desaparecido, pero su cultura y religión los mantuvo juntos como nación”.

Para Castro la existencia de los judíos ha sido mucho más dura que la de cualquier otro pueblo. “No hay nada que se pueda comparar con el Holocausto”, aseguró.

El periodista le pregunta si estaría dispuesto a decirle eso al presidente iraní, que niega el Holocausto, y Castro responde: “Si estoy diciendo esto, lo puedes comunicar”.

Por otro lado, señaló que entiende el temor de Irán a una agresión liderada por Israel y Estados Unidos y consideró que ni las amenazas ni las sanciones al régimen iraní podrán disuadir a Teherán de continuar su carrera para conseguir fabricar un arma nuclear.

“Este problema no se va a resolver, porque los iraníes no van a dar marcha atrás frente a las amenazas. Esa es mi opinión”, dijo Castro, quien señaló que a diferencia de Cuba, Irán es un país “profundamente religioso” y consideró que los líderes religiosos son menos transigentes.
“No hay nada que se pueda comparar con el Holocausto”, aseguró.

Castro también tuvo un mensaje claro para el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu: “Israel sólo tendrán seguridad si renuncia a su arsenal nuclear, y el resto de potencias nucleares del mundo sólo tendrán seguridad si, también, renuncian a su armas”.

“El desarme nuclear mundial simultáneo es, por supuesto, un objetivo digno“, aseguró Castro que, no obstante, reconoció que “no es un objetivo realista a corto plazo”.

A su juicio, se está subestimando la capacidad de Irán de “hacer daño”.

“Los hombres creen que tienen control de sí mismos, pero (el presidente de EE.UU., Barack) Obama puede reaccionar de forma inesperada y una gradual escalada (dialéctica) puede acabar en una guerra nuclear”, dijo haciendo referencia a la crisis de los misiles de 1962.

Esta es la primera de una serie de entrevistas que publicará Goldberg en The Atlantic de las más de cinco horas de conversaciones que mantuvo con Castro.

Desde que se retiró en 2006 como consecuencia de una grave enfermedad intestinal que le obligó a delegar la Presidencia de Cuba en su hermano Raúl, el ex mandatario, de 84 años, ha hecho pocas apariciones públicas y ha concedido contadas entrevistas.

Una de ellas fue con Goldberg y la académica Julia Sweig, del Consejo sobre Relaciones Exteriores (CFR), que acompañó al periodista en su viaje a La Habana, y Castro llevó a sus invitados al Acuario para que asistieran a un espectáculo de delfines.

La primera entrevista que concedió Castro a un medio impreso extranjero desde su reaparición pública a inicios de julio fue al diario mexicano La Jornada, que la publicó a finales de agosto. (Fuente:Efe)

jueves, 2 de septiembre de 2010

Rómulo Betancourt al desnudo: acerca de “El procónsul…” de Sant Roz


El pasado martes 31 de agosto del 2010, en la Librería del Sur del Teresa Carreño (Caracas), se presentó el libro del profesor José Sant Roz: “El Procónsul Rómulo Betancourt. Memorias de la degeneración de un país” (Caracas, bajo el sello editorial Monte Ávila Latinoamericana, mayo 2010). El texto como tal se imprime en Guarenas, lugar de muchas andanzas del personaje en estudio: ¿será casualidad? Por otra parte, es un libro que viene a llenar un vacío importante que ha existido para la comprensión real de lo que fue la “democracia representativa”.

El autor, Sant Roz, ya nos había enterado de situaciones importantes en el ámbito de la historia nacional; sus trabajos “Bolívar y Chávez” (2003) y “Bolívar y Santander” (2005), dan plena demostración de que la historia no ha sido contada como es. Confieso que como preocupado por el acontecer histórico nacional, siempre me dejé estigmatizar por personajes como Manuel Caballero y Guillermo Morón; gente a la cual tu no te puedes acercar porque te tragan con su soberbia; son sólo ellos los portadores de una verdad, pero no tienen la decencia de guardársela, sino que la imponen. Gente como Sant Roz, que si es como escribe sé que no le va mucho eso, deberían ser los gestores de esa academia que necesita nuestro pueblo y no el disfraz, apátrida de quienes arropados en las banderas de “sus verdades” desprestigian la verdad que ha vivido el pueblo.

El libro “El Procónsul…”, de 747 páginas, con anexos de imágenes, y 94 referencias bibliográficas consultadas, sin incluir las entrevistas a personalidades que vivieron esa historia, se convierte en un referente de autoridad para profundizar el peso específico que significó Rómulo Betancourt. No porque Betancourt fuera un “mal hombre”, sino porque representó la “cola” de esa bestia creada por la oligarquía a partir de 1830. Él hizo lo que tenía que hacer: escribió un libro, “Venezuela, política y petróleo”, en el cual se muestra tal cual es…

Tocando a fondo lo anterior, valga citar el juicioso análisis que al respecto hace Sant Roz: “Venezuela, política y petróleo parece escrita por alguien que no se siente venezolano, que ve los acontecimientos de lejos, como si no le incumbiesen mucho. Va diseccionando, como un médico patólogo, frío e indiferente, que practica la autopsia al cadáver de una república desahuciada ya en 1830. En casi todas sus referencias utiliza libros, archivos y artículos de prensa norteamericanos, como si con este aval sus argumentos ganasen altura y distinción.” (p.XVI)

Rómulo Betancourt (1908-1981), el que todos conocemos, fue un político venezolano, presidente de la República (1945-1948; 1959-1964); según nos cuenta Sant Roz, nació en Guatire, estado Miranda, un 22 de febrero de 1908; se graduó de abogado y en 1928 participó en las manifestaciones universitarias llevadas a cabo contra el presidente Juan Vicente Gómez; este hecho causó su exilió en la isla antillana de Curazao, un aparte acerca de este punto lo trata con pertinencia Sant Roz, pero no lo nombro para que lean el libro.

Sant Roz inicia su ensayo haciendo alusión a la infancia y juventud del hombre de la pipa; abarca cinco partes, haciendo énfasis en los hechos del 18 de octubre del 45, sus exilios, sus acciones políticas y el reposo del caudillo, que para Sant Roz significa el auto-aislamiento, físico y anímico, de un guerrero que renunciaba a todo por “la falta de valor para enfrentar a su ex ministro (Carlos Andrés Pérez), (optando) por sacarle el cuerpo a su gestión, porque se estaba exponiendo peligrosamente a que fuera señalado también de delincuente…” (p.716)

Finalmente, “El Procónsul…”, quien se quiso crear una imagen propia, siempre terminó por parecerse a quienes atacaba o traicionaba: “…no fueron meras casualidades las coincidencias que se dieron entre Pérez Jiménez y Betancourt para derrocar a Isaías Medina Angarita, sino la confluencia de dos personalidades muy afines en sus ambiciones políticas y morales. Dos personalidades imbuidas de un mismo modelo materialista, tecnocrático, sensualista y liberal”. (p.727) Por esta, y por muchas razones más, hay que leer estas reflexiones sustentadas de un guariqueño que se fue a Mérida y que desde el trono de las montañas andinas, tiene la sapiencia de ayudarnos a describir, explicar y comprender la verdad que ha vivido el pueblo.

Comentario acerca del ensayo "Rómulo Betancourt al desnudo"


Por: Edgard J. González*

Si ese libro (con 747 páginas, ya tiene asegurado que no lo leerán los chavistas, que a lo sumo hojean la Gaceta Hípica, La Fusta, y las páginas deportivas de los diarios) está escrito con esta prosa imprecisa, que escoge las palabras para adulterar los eventos, como quien tira la piedra y esconde la manito, ha de ser un ladrillo insoportable, historia mal fabulada.

Algunos daticos;
1, "el 18 de octubre de 1945, donde se derrota al para entonces presidente Isaías Medina Angarita"; Ni el 18 de octubre es un lugar, (es una fecha, debe decir cuando) ni a Medina lo derrotan, lo derrocan, los felones oficiales medios del ejército, porque precisamente Medina, teniendo con qué enfrentarse y probablemente derrotar a los golpistas, tuvo un gesto noble y optó por no procurar el enfrentamiento armado entre hermanos compatriotas y colegas. Mal puede decirse que lo derrotaron, si no hubo lucha, combate, enfrentamiento.

2, "tras la caída de Marcos Pérez Jiménez", más que caída simple, ese si fue un derrocamiento, paulatinamente fue huyendo la plana mayor del gobierno, sapos y ladrones, y el gordito torturador de Michelena tuvo que coger las de Villadiego, ante las evidencias de que la mayoría de los venezolanos estaban hartos de su Dictadura Militar. Chávez siempre trató de hacerlo su aliado, y a la muerte de Tarugo en Madrid, pretendió rendirle honores y enterrarlo en Venezuela, prueba de su falta de escrúpulos y de su afinidad con los verdugos que no respetan a sus pueblos.

3. "1958 donde alcanza llegar a la Presidencia", por el tonito parece que era una competencia de escalada y Betancourt de vainita llegó a la meta. La verdad es que logró la absoluta mayoría de los Votos, y fue electo Presidente, esta vez sí, por la vía democrática.

4. "le sucede Raúl Leoni. Para ese tiempo, según “y que su despertar”, se vuelve anticomunista", Raúl Leoni asume en el 64, junto con Betancourt había fundado en 1941 a AD, de modo que si hubiera querido seguir siendo simpatizante comunista, no habría tenido sentido que fundara un partido socialdemócrata 23 años antes de este supuesto "despertar" que le asigna el bodrio de 747 páginas, asigún el articulista. Lo que todavía les quieren cobrar a los firmantes del Pacto de Punto Fijo, es que hayan dejado de guayabera, por fuera, al PCV, en los gobiernos posteriores a la dictadura militar, los que además de tener que recuperar la economía (lo que había en las arcas se lo llevaron los jerarcas perezjimenistas), tuvieron que enfrentar las guerrillas en las ciudades y montañas, inspiradas y patrocinadas por la presunta revolución cubana, que ha degenerado en el mayor fiasco del continente, permanente parásito, antes de la URSS, ahora de nosotros.

5. "retirado de la intencionalidad de llegar al poder". Los que apoyan las desmedidas ambiciones del que declaró la guerra y finalmente fue a Santa Marta, respaldaron la Reforma y la Enmienda inconstitucionales, para mantener al imprescindible, al providencial, al Fuhrer rojo rojito, no pueden reconocer que un político de garra, con carisma de sobra como para ser reelecto, decida retirarse de la política activa, y hasta distanciarse en Suiza, para no inmiscuirse en los asuntos que competen a otros que el pueblo (no un dedo) elige soberanamente.

6. "en 1973, para intentar ser candidato a la presidencia de la República por su propio partido". Si realmente hubiera deseado ser candidato lo habría logrado, y por su propio partido por supuesto, pendejo no era, mientras los del PCV podían hacer una Asamblea Nacional en un autobús y les sobraban puestos, AD era entonces el partido mayoritario de Venezuela (sin trampas en el REP ni metiendo opositores para rellenar listados de militantes).

Y que conste que fui opositor a los gobiernos de AD y COPEI, pero no me cuadro con el maquillaje de la Historia, para adular al gorila de turno.

*.- (Caracas, 1945) Bachillerato en Liceos Andrés Bello y de Aplicación.
Maestro por equivalencia ante Consejo Técnico M.E. 1963-64.
Prof. en Geografía e Historia, Instituto Pedagógico de Caracas1964-1968.
Postgrado en Geografía Económica, Universidad de Cambridge, Inglaterra 1969-70.
Profesor Instituto Pedagógico Experimental de Barquisimeto 1971-1996.
Idiomas: Español e Inglés.
Jubilado. Casado desde 1974, 3 hijas, graduadas universitarias (33, 31, 28) y un hijo (26) aun estudiando, Educación Física en el Pedagógico.
Demócrata activo, pero nunca he militado en Partido Político.
Aficiones; Fotografía, Lectura, Escritura (Articulista desde 1972 en varios diarios, en 1999 envié mis primeros escritos a Analítica), practico todo lo relacionado con Construcción (diseño, cálculo, electricidad, plomería, carpintería, herrería, pintura, impermeabilización, etc). He viajado -manejando- de Inglaterra a Turquía y Marruecos, de Barquisimeto a Lima, a otros países (en total 34) he ido por avión y barco. Quiero y respeto a los animales y la Naturaleza en general. No fumo ni tomo (excepto Vinos suaves, Sangría y Ponche Crema, preferiblemente artesanal). Barba desde 1969.

martes, 10 de agosto de 2010

Entrevista al autor del libro "La formación de la mentalidad sumisa", sugerido por el Presidente Chávez en su programa del domingo 09/08/2010



Ilustración: Acrílico de Fabrini, 2005.

Entrevista con Vicente Romano

por Helen Hernández Hormilla

La sociedad moderna es hoy un cúmulo de influencias mediáticas. El tema de la globalización abarca todos los centros de atención, ante una humanidad cada vez más enajenada, donde los mensajes de los medios sustituyen en muchos de los casos los espacios de comunicación interpersonal. Para muchos expertos, es este uno de los temas más inquietantes en el nuevo siglo, pues la brecha tecnológica e informativa lleva pasos de gigante.

En una ciencia tan joven como es la Comunicación, resulta grato encontrar alguien que haya dedicado toda su vida a reflexionar sobre estas problemáticas. El profesor español Vicente Romano no repara en declararse un comunicólogo y como tal propicia un diálogo ágil y entretenido, en el cual no parece pasar el tiempo. Ha llegado a La Habana para presentar su libro La formación de la mentalidad sumisa, publicado por la editorial cubana Ciencias Sociales y presentado en la XV Feria Internacional del Libro de La Habana.

“Este libro analiza de una forma bastante didáctica la génesis de las opiniones. Para determinar cómo se forma una opinión, deben analizarse los factores que la determinan, los conocimientos, las experiencias, etcétera. Naturalmente hablo de la sociedad que yo conozco, la sociedad en la que yo vivo, y allí la inmensa mayoría de las experiencias no son directas, sino mediadas a través de lo que el teórico McLuhan llamaba, ‘el habla sin muros’. O sea, perneadas por eso que se llama medios de comunicación de masas, un eufemismo falso porque ni los medios de comunicación son de las masas ―son de propietarios muy concretos― ni las masas se comunican a través de los medios.

“Lo que analiza el libro es cómo se forman estas opiniones, cómo se asimilan y se adquieren esos valores con los que uno se identifica. Eso es lo que Bourdieu y otros franceses llamaban violencia simbólica, que es la imposición de significados, de signos, hasta el punto que uno se identifique con ellos. Cómo se doblegan mentes y voluntades, y se alimenta el mito de una sociedad libre. También expongo la necesidad de reconocer esos factores para liberarnos. Si no los identificamos, no podremos, naturalmente, sacudírnoslos de encima.”

¿Cuáles son estos factores?

―Existen tres factores que para mí son decisivos en la formación de esta mentalidad en nuestras sociedades. En primer lugar, la enseñanza, pues en nuestras sociedades los conocimientos adquiridos por los jóvenes antes de llegar a la universidad provienen fundamentalmente de los medios. El otro factor es la violencia, sobre todo la violencia simbólica, la relación que hay entre violencia y medios, un fenómeno bastante estudiado. Sobre el tema de si los medios inducen a más violencia o no, la peor consecuencia no es a mi criterio esta violencia constante que tenemos ahora. El efecto principal es que el teleespectador asume que los problemas se solucionan con un acto violento y no con razonamientos ni con argumentos. El otro elemento es el entretenimiento, que es el contacto con lo que nos sostiene, la compensación de nuestras carencias, sobre todo las afectivas. El entretenimiento hace que la gente sueñe con otras cosas y no mire lo que tiene a su alrededor.

Eso me lleva a la manipulación, no entendida en un sentido peyorativo. Manipular es intervenir conscientemente en un material determinado. Nuestros medios utilizan muchas técnicas de manipulación, como por ejemplo la selección. Esto quiere decir que estos cuatro o cinco señores dueños de los medios, deciden qué es lo que debemos conocer y lo que debemos ignorar.

Termino con un análisis de lo que llaman publicidad, y yo prefiero llamar industria del reclamo, pues en mi pueblo la caza de reclamo es cuando se atrae a un pájaro imitando el canto, precisamente lo que hace la llamada publicidad. Esta industria es poderosísima y es también un elemento importante para inducir valores y contribuir a la formación de las conciencias.

¿Se inscribe usted dentro del paradigma crítico?

―Criticar en el sentido originario del término en Grecia, era separar el grano de la paja. Para mí criticar es analizar. Entonces, cuando yo hablo del pensamiento crítico me refiero a un pensamiento que se dedique a analizar, a diferenciar, a distinguir, como oposición a un pensamiento uniforme, a un pensamiento indiferenciado. En ese sentido soy crítico, y en mi teoría, si es que tengo una teoría porque no soy tan pretencioso, yo analizo la comunicación diferenciando claramente a quién sirven sus contenidos y hasta qué punto la comunicación pública contribuye o no contribuye a la libertad del ser humano.

Lo que quiero es ir al sentido de las palabras, desentrañar los símbolos que nos coaccionan, y si nos liberamos de esas coacciones, pues creo que somos más libres y aumentamos nuestra calidad de vida. Porque para eso estamos aquí, ¿no?, para ser felices.

¿Ve usted alguna posibilidad en las masas de contraponerse a lo que los medios imponen?

―En nuestras sociedades es difícil, porque el monopolio de los medios lo tienen naturalmente los poderosos, los que están interesados en mantenerlas en la ignorancia y en la sumisión porque de ahí proviene su beneficio. Pero por otro lado, esos medios no satisfacen las necesidades humanas, de conocimiento por ejemplo. Ni siquiera de entretenimiento. Lo que hacen es generar más frustración, y entonces el ser humano busca satisfacer esas necesidades, lógicamente, a través de vías alternativas.

Una cosa que reivindico en mis libros es que en estas sociedades cada vez hay menos espacios públicos, menos espacios para el pueblo, donde la gente pueda hablar unos con otros. Esos espacios se privatizan, se comercializan, la gente no va al mercado, va al centro comercial y allí no hablan con nadie, solo miran. Me he quedado sorprendido al ver que aquí la gente hace cola para comprar libros, hasta los niños salen con una cantidad de libros bajo el brazo. Eso en mi país no lo he visto nunca y no creo que lo vaya a ver, porque no está organizado para fomentar la lectura, sino para fomentar el consumo.

¿Qué alternativas propone?

―Alternativas, pues ahora se habla mucho de las nuevas tecnologías de la comunicación, y en este sentido sí soy crítico. Lo que pasa es que puede existir una prensa alternativa, como Rebelión, por ejemplo, donde asiduamente colaboro; pero llega a muy poca gente. Eso cuesta dinero, las máquinas y la tecnología cuestan dinero, y solo pueden acceder a ellas quienes tengan dinero. Para mí hay que reivindicar los espacios públicos, lo que yo llamo los lugares del tiempo, para que las personas puedan hablarse unas con otras. La comunicación con la máquina no es natural. Y para el capitalismo el cambio puede ser peligroso, porque podemos ponernos de acuerdo en que no nos gusta, habría que cambiarlo, y eso ya no favorecería al sistema.

Nuestra sociedad es una sociedad jerarquizada y tiene un ordenamiento vertical de los valores. Yo voy a favor de la horizontalidad. No hay pueblos superiores a otros, no hay pueblos que caminen sobre la cepa de otros. Los pueblos caminamos juntos. Hay que desentrañar la coacción que ejerce sobre nosotros la simbología vertical y ampliar las relaciones horizontales. Para eso hacen falta lugares donde los niños se puedan reunir, donde los mayores podamos hablar unos con otros sin que tengamos que pagar para eso. Conseguir un momento en la vida de la gente sin que estén presentes los medios, sin que los mensajes de los medios asedien. Cuanto más aislados estemos, más fácilmente somos víctimas de los peligros del consumismo. La soledad es el primer paso hacia la incomunicación y la incomunicación será la barbarie.

La tercera Guerra Mundial: ¿realidad o ficción?




El líder de la revolución cubana, Fidel Castro, está muy preocupado a sus ochenta y dos años; más aún luego de salir de una penosa enfermedad que le apartó de la vida pública desde el 2006. Su preocupación, para afectos y no afectos a su figura de estadista y político, es la supervivencia de la humanidad ante la implosión, inminente, de un conflicto bélico a escala mundial entre la aguerrida Irán y los países en coalición con los Estados Unidos de Norteamérica (EE.UU). El problema, en simples palabras, es que las potencias mundiales que tienen acceso a la energía nuclear no aceptan que nadie más que ellos la tengan; Irán se ha atrevido a avanzar en este aspecto y por ello hoy es cuestionada por la Organización de las Naciones Unidas (fundada en 1945 y que hoy por hoy es una instancia cosmética de la política internacional), y por su afamado Consejo de Seguridad, integrado por 15 miembros, cinco permanentes y 10 electos por la Asamblea General por períodos de dos años, y quien cuenta en la actualidad con China, los Estados Unidos, la Federación de Rusia, Francia y el Reino Unido, como miembros permanentes. Este Consejo de Seguridad tiene como razón de ser: mantener la paz y la seguridad internacionales de conformidad con los propósitos y principios de las Naciones Unidas; investigar toda controversia o situación que pueda crear fricción internacional; recomendar métodos de ajuste de tales controversias, o condiciones de arreglo; elaborar planes para el establecimiento de un sistema que reglamente los armamentos; determinar si existe una amenaza a la paz o un acto de agresión y recomendar qué medidas se deben adoptar; instar a los Miembros a que apliquen sanciones económicas y otras medidas que no entrañan el uso de la fuerza, con el fin de impedir o detener la agresión; emprender acción militar contra un agresor; recomendar el ingreso de nuevos Miembros; ejercer las funciones de administración fiduciaria de las Naciones Unidas en "zonas estratégicas"; y recomendar a la Asamblea General la designación del Secretario General y, junto con la Asamblea, elegir a los magisterios de la Corte Internacional de Justicia .

En el mes de junio del 2010, ese Consejo todopoderoso emitió la resolución 1.929, que es la sexta resolución sobre el mismo caso nuclear de los iraní y la cuarta resolución basada en el establecimiento de embargo; este consejo en julio del 2006, diciembre del 2006, marzo del 2007, marzo del 2008, septiembre del 2008 y junio del 2010 emitió las resoluciones 1.696, 1.737, 1.747, 1.803, 1.835 y 1.929; sobre el programa nuclear de Irán. Esta posfutura no se hizo asumiendo las funciones antes descritas, porque si a eso vamos tendría la ONU que haber aplicado una serie de procesos indagatorios antes de asumir postura, sino en razón de la Declaración de Teherán, la cual había develado que el intercambio de uranio con el enriquecimiento de 3,5% con uranio de 20% en el suelo de Turquía, se había dado en contra de las normas establecidas en cuanto a no asumir formalismos en el proceso de solidificación del programa nuclear sin el visto bueno del Consejo de Seguridad. Con esta medida se esperaba que Irán pusiera fin a los pretextos infundados de EE.UU y sus aliados en el terreno de la solución del caso nuclear de Irán. El plan del intercambio de uranio estaba justificado, para Irán, ante la necesidad de abastecimiento de combustible para el reactor de investigación de la universidad de Teherán; se había previsto que una parte de uranio con el enriquecimiento de 3,5% existente en Irán, se intercambiara con la participación de Francia y Rusia con el uranio del 20%.
La resolución 1.929 se ha emitido en base al séptimo artículo de la Carta Magna de la ONU; este artículo, en condiciones que la paz mundial se enfrente con amenaza, este consejo puede utilizar de la fuerza militar de los países miembros para la devolución de la paz y seguridad mundial. Es decir, si Irán no acata la postura del Consejo de Seguridad de no continuar con su Programa Nuclear, será sometido a la fuerza; el plazo dado es hasta el 07 de septiembre del 2010. La posición de Mahmoud Ahmadinejad, presidente de Irán, ha sido muy radical: "Deberían saber que sus resoluciones no valen un centavo…Si piensan que con hacer alboroto y propaganda pueden forzarnos a retirarnos, están equivocados. La nación iraní no se moverá siquiera una pulgada de su posición…" Esto definitivamente pone una tranca en el juego y con ello la posibilidad, cierta, de una confrontación bélica. Occidente frente al Oriente musulmán, hará que el conflicto tome dimensión nunca antes vista.
El caso nuclear de Irán ha sido orientado, de forma ilegal en el Consejo de Seguridad, por las presiones de EEUU, Inglaterra y Francia; es una medida producto de presiones, no de lógica científica, por lo cual es una medida ilegal contra Irán, la cual carece de cualquier valor legítimo; pero la historia nos ha demostrado en los últimos treinta años, que la legitimidad no va de la mano de los Imperios; se asumirá la línea que garantice la satisfacción de los intereses de las potencias. La pregunta de rigor ante tan volátil realidad nos angustia aún más: ¿después de lanzarse los cohetes nucleares habrá algún Imperio que cuidar?

La posición de Fidel Castro es lapidaria en este aspecto: “Irán no cederá un ápice frente a las exigencias de Estados Unidos y de Israel…Si Obama logra evitar la guerra, el mundo le rendirá todos los honores que le corresponden… Obama tendría que tomar, en solitario, la orden que desatará un conflicto nuclear, pero no la dará si se logra que tome conciencia de esto. Estamos haciendo una contribución a ese esfuerzo persuasivo…" En una palabra, las reglas del juego están en la mesa y un solo jugador podría definirlo todo; las potencias tienen sus bombas, son fuertes y destructivas; el mundo tiene la moral y las imágenes aterradoras de la experiencia nuclear del pasado, para imponerse y no permitir otro acto inhumano en nombre de la libertad. La labor que nos toca es de “persuadir” y explicar que por muy fuerte que sean las razones, se antepone el sentido común y la supervivencia de la especie humana.


*.-ramonazocar@yahoo.com

viernes, 30 de julio de 2010

Desde los “socialismos” al comunismo

…la democracia no serviría de nada al proletariado,
si no se emplease inmediatamente como medio para imponer
toda una serie de medidas que ataquen directamente a la
propiedad privada y garanticen la existencia del proletariado…

F. Engels (Londres, 1847)


Lo más complicado en la construcción del Socialismo del Siglo XXI, es su distinción con las experiencias pasadas de “Socialismos” y los modelos de categorías y subcategorías de ese ideario del pensamiento progresista ilustrado del siglo XIX.

Se hace alusión a Kart Marx cuando se trata de teorizar algunas ideas o fundamentos de la nueva etapa ideológica del socialismo; esta nueva etapa no obedece a los principios del “revisionismo” de la década de los sesenta-setenta del siglo veinte, menos a la conducta neomarxista de algunas escuelas teóricas académicas alemanas; la nueva etapa es un volver a las raíces que dieron forma al ideario socialismo, y en este aspecto la figura que más aportó y a quien poco se le ha atribuido su influencia en esta versión que podemos denominar socialismo originario, es Friedrich Engels (1820-1895), pensador y economista político alemán, fundador, junto con Marx, del socialismo científico.

Para mediados de 1847, se llevó a cabo en Londres, cuna del capitalismo moderno, el Congreso de reorganización de las denominadas Internacionales Socialistas; en aquella oportunidad Engels participa con un sendo Discurso acerca de los principios del comunismo, destacando más una descripción de lo que a su entender debería ser el socialismo como etapa de concientización de la llamada clase proletaria (el trabajador surgido de las relaciones laborales de la gran industrialización), para poder acceder a un nivel superior de autodeterminación y de libertades en la organización política de la sociedad. Muchos entendieron estas ideas como especulaciones acerca de una sociedad ideal que no tenía caminos por donde llegar a ella, sin embargo Engels demostró que si habían caminos, pero los mismos tenían que surgir de un proceso emancipatorio que cambiara el orden social por uno diferente radicalmente.

En este sentido, Engles aprecia el comunismo como una “doctrina” que enseña a la clase proletaria cómo emanciparse; el colorario que deja la postura de Engels es que esa emancipación, en una sociedad corrompida por la explotación del hombre por el hombre, por la división del trabajo, que produce miseria y segmentación del talento; en una sociedad donde el portador del capital orientan el consumo de las masas y tiene como derecho universal la propiedad privada, no es posible ninguna liberación. Emanciparse es abolir la propiedad privada. ¿Quiénes han contribuido a solidificar esa figura de la propiedad privada? Las instituciones burguesas, sobre todo, la Iglesia, la cual ha subsistido gracias, en un primer tiempo a la propiedad feudal, y en el ahora histórico a la propiedad privada, a la cual ella ha canonizado a través de la figura del trabajo como deber divino y la ganancia individual como esfuerzo del hombre. El bien común, es sólo un saludo a la bandera a los preceptos del evangelio y la figura de Jesús de Nazareth, pero jamás puede ser visto o entendido como una doctrina de la Iglesia, porque afecta los intereses de supervivencia de la misma.

Engels en su Discurso, hace alusión a tres tipos de “socialismos” que el denomina “clases”. Uno, formado por partidarios de la sociedad feudal y patriarcal; esta clase de socialistas “…saca de los males de que adolece la sociedad actual la conclusión de que debe restaurarse nuevamente la sociedad feudal y patriarcal, donde esos males no se conocían”; otra clase la componen los partidarios de la sociedad actual, quienes aspiran mantener “…la sociedad actual, pero remediando los males que lleva aparejados”. Y la tercera clase, la denominada socialismo democrático, “quienes abrazan, por la misma senda revolucionaria de los comunistas, una parte de las medidas de transformación del orden social, pero no como medidas de transito hacia el comunismo, sino como providencias que bastan de suyo para poner remedio a la miseria y desterrar los males de la sociedad actual”.

Los dos primeros son expresión de un socialismo burgués individualista; el tercero, socialismo democrático, es el más relacionado con el ideario de un comunismo como doctrina social del Estado, y no como el conjuro sacrilégico de una doctrina que no tiene fe ni espíritu; todo lo contrario, el comunismo arrastra una carga espiritual inmensa, de más de quinientos años de “holocausto”, de destrucción de civilizaciones en nombre de unas instituciones que han apostado a pequeños grupos de elegidos por sí mismos y ha menospreciado el alma pura del ser humano que trasciende imágenes y oraciones.

El socialismo del siglo XXI, es un socialismo democrático por excelencia; portador de un ideario emancipatorio que busca construir una sociedad fraternal, igualitaria, solidaria, donde lo material sea un instrumento colectivo para una mejor calidad de vida y una franca confrontación al camino corrompido del “sueño americano” que se ha vendido en buena parte del mundo como la utopía de la riqueza hecha realidad. La única utopía que conquista la realidad es la que soñamos todos y no es más que la de vivir en paz y tranquilos con nuestra conciencia por no haber traicionado la dignidad y la herencia patria de nuestros Libertadores.

*ramonazocar@yahoo.com

domingo, 25 de abril de 2010

Raúl Castro: "Socialismo es justicia social e igualdad de derechos, no de ingresos"




"Aunque aquí nadie les ha pedido opinión, reitero que jamás adoptaremos una decisión, ¡ni la más mínima!, como resultado de la presión o el chantaje, venga de donde venga, de un poderoso país o de un continente entero", dijo Castro ante el plenario, vestido de guayabera blanca en lugar de su habitual uniforme de general.

Raúl Castro dijo que ante las medidas que ha ido aprobando su Gobierno desde que asumió la presidencia, el pasado 24 de febrero, "enseguida algún funcionario del Gobierno de Estados Unidos, desde un portavoz hasta el Presidente" salió a calificarla de "insuficiente o cosmética".

"Es iluso soñar que un pueblo que ha resistido actos terroristas, guerra económica y agresiones de todo tipo durante medio siglo va a renunciar a conquistas fruto de enormes sacrificios solo para satisfacer a determinados círculos de poder de Estados Unidos", agregó.

Aunque el Parlamento aprobó una declaración condenando la directiva sobre retorno de inmigrantes ilegales de la Unión Europea, Castro no hizo ninguna mención al reciente levantamiento definitivo de las sanciones diplomáticas adoptadas por el bloque comunitario en 2003, tras las condenas a 75 disidentes.

Con el sillón en que habitualmente se sentaba su hermano, el ex presidente Fidel Castro, vacío, el jefe de Estado habló de salarios y del objetivo de su Gobierno de incrementarlos "de manera gradual y según prioridades".

Evitó precisar fechas y sectores, pues, según dijo, "no sería ético crear falsas expectativas" y señaló que "socialismo significa justicia social e igualdad, pero igualdad de derechos, de oportunidades, no de ingresos".

"Igualdad no es igualitarismo", dijo, reafirmando la reciente aprobación de una resolución para que los salarios -que en Cuba de promedio son de 408 pesos (alrededor de 30 euros) se calculen en función de lo producido y la calidad de los servicios y no de forma general.

Además, anunció la necesidad de "un adecuado sistema de impuestos y contribuciones".

Insistió en la necesidad de volverse hacia la tierra y hacerla producir y anunció que se comenzará a entregar tierras ociosas en usufructo en "fecha próxima" a quien produzca, una de las medidas que el Gobierno ha adoptado como parte de su política para reanimar al decaído campo cubano.

También aseguró que la realidad actual impone reformas a la ley de Seguridad Social vigente para elevar la edad mínima de jubilación de 55 a 60 años, en el caso de las mujeres, y de 60 a 65, en el de los hombres, así como modificar el cálculo de las pensiones.

No hubo grandes anuncios ni novedades, pero el presidente lanzó un mensaje optimista: "produciremos alimentos, preservaremos las principales conquistas de la revolución y seguiremos avanzando sin descuidar un minuto la defensa".

Antes de finalizar, Raúl Castro afirmó que había consultado con el líder cubano el texto del discurso y Fidel Castro le dijo: "está perfecto".

domingo, 3 de enero de 2010

El socialismo que queremos



Por:Douglas zabala

Publicado en aporrea.com el 01/08/07


Ya antes del 1848 cuando Marx Y Engels sacaron aquel manifiesto, anunciando que había un fantasma que recorría al mundo, se habían escritos toneladas de letras sobre el socialismo. Mucho antes de que a Bakunin y Proudhon se les metiera el anarquismo en la cabeza, en contraposición de lo que denominaron el nuevo Capitalismo de Estado “propuesto” por los Marxistas, había debate acerca de como enmacipar a las masas y con ellas construir la nueva sociedad. De manera que este debate nada tiene de novedoso; pero si de interesante. Porque si en algo todos debemos estar de acuerdo, es que transitamos momentos de grandes revueltas sociales, y aquí tenemos uno de los epicentros más agudos del continente y quizás del mundo. Ya el mismísimo Alan Woods con la sapiensa que lo caracteriza ha señalado, que “…hay que ser particularmente ciego u obtuso para no ver que ésta es precisamente la situación que se está produciendo en Venezuela. En los años recientes, pero especialmente desde el intento de golpe de estado de abril de 2002, millones de trabajadores y campesinos han empezado a moverse, a luchar para cambiar la sociedad. Si esto no es una revolución, entonces nunca más lo veremos. Sólo el sectario más acérrimo no sabrá comprender esto”.

Estas cavilaciones me obligan entonces, a evitar tantas disquisiciones ideológicas y también a hacer lo mismo que muchos doctos y eruditos sobre la materia. De allí que prefiero pasearme por el socialismo que queremos, y que irá naciendo al calor de nuestra propia cotidianidad.

Todo seria sencillo si de verdad, en vez de dirigentes forrados de contratistas y contratos tuviésemos activistas revolucionarios empujando a las masas a dar el salto definitivo. Este socialismo que ahora el camarada Hugo lo llama petrolero, seria más real si de verdad verdad PDVSA se pusiera roja rojita, y a los taladros se le escuchara más el ruido que producen para sacar el oro negro y no el de la corrupción.

El socialismo lo pudiéramos ver más de cerca; si cuando intentamos hablar con cualquier funcionario masca chicle, de los que se hacen colocar un afichote del Che detrás de su escritorio; pero que nunca se han leído ni un párrafo de lo que este camarada señaló en contra del burocratismo, nos pudiera atender con diligencia y eficacia a la hora de plantear un problema.

El socialismo que aspiramos comenzaría a materializarse, si los barrios de nuestras grandes ciudades no tuviesen fines de semanas bien rojitos, producto de tantos venezolanos, victimas del delito que guapea en cualquier esquina. En fin, el socialismo que queremos es tan sencillo, como el secreto de hacer las cosas rápidas y bien hechas, que es lo que caracteriza de verdad a un gobierno revolucionario y de paso socialista.

En fin, el socialismo que le gustaría al pueblo y a sus dirigentes de a pie, es aquel que ponga por delante los valores de la honestidad, la humildad, la solidaridad, y el que le permita el poder real de decidir y actuar libremente sobre su propio destino. Lo demás, seria empeñarnos en los esquemas del pasado, en cuanto a las formas de gobernar y a la vieja manía de los izquierdistas, de andarle buscando las once letras al socialismo cuando de verdad solo tiene diez.

*douglas.zabala@hotmail.com